La planta de tratamiento, que cuenta con una inversión de medio millón de euros de Diputación, está prácticamente terminada
Finales de febrero o principios del mes de marzo. Esa es la fecha tope que baraja el Ayuntamiento de Humilladero para recuperar el suministro de agua potable en el municipio con la puesta en marcha de una nueva planta de tratamiento.
La depuradora está prácticamente terminada, a falta de dotarla de suministro eléctrico. «Una vez que comprobemos que todo funciona correctamente, nos pondremos en contacto con el área sanitaria para conseguir los permisos necesarios para ponerla en funcionamiento», ha explicado el alcalde, Miguel Asencio.
Esta actuación, junto con el arreglo de la red de abastecimiento, ha sido sufragada por la Diputación de Málaga con una ayuda cercana a los 680.000 euros, de los que medio millón se han destinado solo a las nuevas instalaciones hidráulicas.
Fue el pasado 29 de diciembre cuando Salud declaró el agua de Humilladero no apta para el consumo por superar los niveles normativos de cloruros y nitratos autorizados. Desde entonces, los más de 3.300 vecinos de este municipio de la comarca de Antequera no han podido beber directamente del grifo ni utilizar el agua para preparar o cocinar alimentos. «El origen de esta contaminación está en los manejos agrícolas. Nuestros acuíferos están muy superficiales, de hecho, el nivel freático se sitúa entre 10 y 12 metros de profundidad y todo lo que son los abonos químicos del campo y los purines de las granjas ganaderas han contaminado nuestras fuentes», ha señalado Asencio.
Un hecho que ha ocurrido por primera vez, pero que se veía venir. «Ha habido momentos en los que habíamos estado cerca de la no potabilidad, pero no llegamos. Ahora por equis circunstancia que desconocemos sí que ha ocurrido, pero no podemos controlar cómo se contamina el agua o de qué manera».
Mientras tanto, el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos un servicio de reparto de agua mediante camiones cisterna de 10.000 litros a modo de suministro alternativo hasta que vuelva a la normalidad. Al respecto, el Consistorio ha solicitado a la institución provincial que sufrague el coste de las cubas tras presentarles un presupuesto estimado, algo «a lo que ya se han comprometido».
Las cubas pasan así por hasta ocho puntos del municipio para suministrar agua potable todos los lunes y jueves desde las nueve y media de la mañana hasta cinco de la tarde, «aunque normalmente para las tres han terminado».
Por último, el regidor ha afirmado que intentarán solventar el problema lo antes posible, al tiempo que ha augurado que la planta tendrá que funcionar de manera continuada en el tiempo porque «los acuíferos no van a mejorar». «No se trata de una situación transitoria, sino que está empeorando en todos los municipios», ha concluido.