Las bibliotecas siempre han sido garantes del acceso a la información, el entretenimiento y el ocio sin restricciones; en definitiva de la democratización. Ahora se está demostrando más que nunca y, por eso, el sector está trabajando arduamente para acercar el conocimiento a cada uno de los hogares.
El tan anunciado y compartido ‘quédate en casa’ además de ser un compromiso por parte de la sociedad para terminar cuanto antes con la crisis del coronavirus, también está siendo un reto y una dificultad para muchas personas. Por ello, la cultura en general y la lectura en particular se han convertido en un gran aliado durante estos días de confinamiento. «La lectura debería haberse calificado como un bien de primera necesidad, pues es una terapia con la que identificamos muchas emociones» cuenta Sole Nuevo, bibliotecaria en Archidona quien siempre ha considerado que una persona se siente bien y productiva cuando lee porque «si hay lectura, hay información, y si hay información, hay conocimiento».
Y es que parece que el pasar tantos días en casa no sólo ha provocado la necesidad de distracción en los usuarios, sino que también ha disparado las ideas y las iniciativas, cuenta Tomás Bustamante, presidente de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios quien dice estar impresionado con todo lo que se está desarrollando. Desde montones de iniciativas de lectura, descarga de libros gratuitos hasta la creación de clubes de lectura virtuales con diferentes formas y estilos.
Aunque estén cerradas, «las bibliotecas siguen vivas» y ofreciendo sus servicios, sólo que en esta ocasión han cambiado las fórmulas físicas por virtuales por lo que la tecnología se ha convertido en una necesidad imperiosa a la que las bibliotecas se han tenido que adaptar a pasos de gigante.
«En las bibliotecas universitarias sí que se ha hecho una apuesta digital, pero las bibliotecas municipales, que son las que están más cerca de las personas, no tienen esa apuesta grande de recursos electrónicos». Pero igualmente las ganas y el buen hacer de los profesionales hace que muchos usuarios «estén viendo en la biblioteca la posibilidad de una ventana abierta al mundo en los tiempos que estamos todos recluidos en nuestra casa», explica Bustamante.
Un ejemplo de ello es la Biblioteca Doctor Conejo Ramilo de Archidona, ganadora en 2019 del Premio Liber y El Premio a la Cultura Malagueña Antonio Garrido Moraga por el fomento de la cultura, que aunque ha tenido que aplazar la 25º edición de La Feria del Libro, con motivo del Día del Libro –el próximo 23 de abril– ha lanzado la propuesta, en colaboración con la Concejalía de Cultura, de que cada persona que esté leyendo en su casa se haga una foto con un libro en la que se vea el título con el objetivo de que «igual de rápido que se contagia el coronavirus queremos que se contagie la lectura y esto se contagia viendo lo que está leyendo la gente», explica Sole Nuevo.
Con el fin de que los usuarios vuelvan sin miedo y con confianza a las bibliotecas, desde la Asociación están elaborando un protocolo de reapertura de bibliotecas frente el Covid-19 en el que se recogen medidas preventivas tomando como elementos fundamentales el usuario y las instalaciones.
«Estamos estudiando cómo se tienen que organizar los espacios, los aforos, cómo se tienen que desinfectar los libros y todo el material y también estamos buscando las medidas de protección para los trabajadores, que irán en consonancia con las impuestas por las instituciones de las que dependemos y el Estado».
Desde las bibliotecas también se está colaborando con la causa del Covid-19. «A título personal e institucional, se está intentando dar la mejor información posible, verídica y contrastada según las fuentes. Iniciativas puntuales que hacen que sume y todo cuente para que la situación sea lo más liviana posible», explica Tomás.
El sector de la cultura es uno de los tantos perjudicados por esta crisis. Respecto a la industria del libro, los bibliotecarios aseguran que mostrarán todo su apoyo para poder volver a resurgir con más fuerza. «Si cultivamos lectores, luego comprarán libros, harán que el autor ponga en práctica sus ideas, etc. formando una cadena con la que todos saldremos ganando». Es por eso que las bibliotecas están poniendo todo su esfuerzo para seguir dando el servicio y el apoyo que la comunidad se merece.