La Copa del Rey despertó emoción en el Pabellón Fernando Argüelles. El CD UMA Antequera salió a competir con todas sus armas frente a un oponente de superior nivel. No hubo ningún miedo, todo lo contrario, unas ganas enormes de exhibir la valía de una plantilla capaz de plantar cara a cualquiera. La noche empezó a la perfección con un golazo de Miguel, aunque la alegría duro muy poco. Una indecisión en un balón dividido permitió el empate de Dani Martín. Mauricio amplió la ventaja antes de enfilar los vestuarios. Lejos de rendirse, la escuadra antequerana luchó y luchó sin dejarse ni un ápice de energías. La diana que hacía falta para entrar en el partido no llegó. La pegada jiennense zanjó el resultado en los tres minutos finales con un tanto de Bingyoba y un doblete de Chino.
Nada más arrancar la eliminatoria de dieciseisavos de final, Boyis presentó la candidatura del cuadro amarillo a lograr el pase a la siguiente ronda con un disparo al larguero. Crispi intentó mermar el poderío visitante en un libre directo que detuvo Dídac. Los primeros compases se convirtieron en un intercambio trepidante de ocasiones en las dos áreas. Conejo se agigantó bajo palos para desviar un chut de Bingyoba, la posterior réplica de Mauricio y el tercer intento del cierre acabó en el travesaño. El arquero natural de Coín se encargó también de iniciar las jugadas ofensivas mediante saques precisos a Miguel Fernández. El pívot protegió cada balón imponiendo su fuerte físico. En un pase en largo remató de chilena a las manos del portero.
Jaén Paraíso Interior FS optó por circulaciones más elaboradas para poner a prueba la fiabilidad de la defensa local, que se mostró atenta a las marcas y sin conceder huecos, aunque Bingyoba y Mauricio volvieron a acercarse al gol. Un intento en cancha contraria encontraba réplica en el otro lado. Carlos Corredera remató raso buscando la base del poste. Los ataques universitarios se ampararon en la velocidad y hallaron rédito en el 15’. Miguel dejó sentado a Chino con un quiebro, avanzó firme hasta la frontal del área y soltó un latigazo a la red. Sin margen para festejar, una indecisión de Dani Aguilera y Juanra terminó en el tanto del empate. Los despistes se pagan muy caros ante un equipo de élite. Chino asistió a Dani Martín en el segundo palo.
A dos minutos del descanso, una falta de Mauricio, la sexta en el cómputo global, propició un lanzamiento de doble penalti. Miguel se dispuso a lanzarlo, pero Dídac no se dejó superar por segunda vez. Un desacierto de los antequeranos se tradujo en el 1-2. Burrito trazó un pase en diagonal que dejó al cierre amarillo solo para definir. El brasileño se quitó de encima la infracción anterior con una diana clave. El 5 verde se mostró ambicioso de cara a puerta y no dejó de probar suerte a pesar de la desventaja. David Velasco sacó de esquina y una volea potentísima suya exigió una rápida respuesta del cancerbero.
La segunda parte inició tal y como acabó. Dídac repelió un disparo de Cala. El conjunto dirigido por Dani Rodríguez utilizó las transiciones a la perfección. Boyis mandó de nuevo el cuero al larguero aprovechando una veloz salida de presión. La madera también sonó en el otro flanco. Miguel estrelló un libre directo en la base de la portería. La actitud del plantel malagueño fue encomiable. Nunca bajó los brazos ante el empuje del contrario. Alan Brandi marcó el 1-3 a la salida de un saque de esquina. La experiencia amarilla compareció sobre el parqué para manejar los tiempos y reducir el ritmo del partido. Las posesiones de pelota fueron más largas, mientras que los guardametas vieron reducidas sus intervenciones. El de Jaén desvió un chut de Cala tras una gran arrancada en banda y, su homónimo, salió vencedor en un mano a mano con Mauricio.
Bingyoba puso la puntilla en el 37’ (1-4). Moli recurrió al portero-jugador y, en una de las primeras jugadas, Carlos Corredera desvió a gol un zurdazo de Dani Aguilera. El público intentó dar el último empujón a su equipo hacia la remontada. Chino se encargó de romper cualquier propósito de darle la vuelta al resultado con dos tantos en los compases finales. La victoria y la clasificación a los octavos de final de la Copa del Rey se marcharon a las tierras del olivo.