La Guardia Civil ha culminado la a denominada operación ‘KITCHENS 2018’, con la detención de cuatro individuos como presuntos autores de los delitos de secuestro, robo, extorsión, amenazas, requisitoria y pertenencia a organización criminal. Dos de ellos, son de Casabermeja, entre los que se encuentra el cabecilla del grupo.
Los hechos tuvieron lugar cuando un desconocido contactó con la víctima que se dedica profesionalmente a la gestión inmobiliaria, para ver una vivienda con la intención de alquilarla.
Posteriormente la victima fue secuestrada y trasladada a una casa de campo aislada en el término de Colmenar (Málaga).
Una vez allí les esperaba una tercera persona que dijo ser un sicario, el cual maniató a la víctima a una silla colocándole una bolsa en la cabeza. Este último individuo se erigió como el cabecilla de la organización, reclamándole una supuesta deuda que la víctima no reconocía.
Los detenidos le solicitaron el pago de 50 mil euros para que lo dejaran en libertad. También consiguieron sus tarjetas bancarias y las claves de acceso, obteniendo distintas cantidades de dinero en distintas tantas entidades bancarias de la capital malagueña.
Las horas de cautiverio fueron interminables para la víctima hasta que decidieron soltarle a las afueras de la localidad de Colmenar, debiendo éste regresar por sus propios medios a su domicilio.
Tras más de dos meses de investigación, se consiguió identificar y detener a JI.I.C., de 28 años, vecino de Málaga, -persona que alquilo la casa donde se mantuvo secuestrado a la victima y que lo citó en la misma-, S.Y.M., de 36 años, vecino de Casabermeja (Málaga), A.E.R., de 33 años, vecino de Málaga y JC.Y.C., de 51 años, vecino de Casabermeja (Málaga), – cabecilla de la organización y que hizo creer a la victima que era el “sicario” encargado de agredirle y de obtener los intereses de los secuestradores.
Este último de los detenidos, era una persona violenta habiendo cumplido más de 23 años de prisión y sobre el que existían seis señalamientos policiales y judiciales de “búsqueda y captura”.
Mientras avanzaba la investigación, la extorsión hacia la víctima seguía con todo tipo de amenazas, tanto a él como a su familia, exigiéndole el pago de lo acordado. Los Guardias Civiles del Puesto Principal de Alhaurín de la Torre, del Puesto de Colmenar y del Equipo de Policía Judicial de Alhaurín de la Torre continuaban con la búsqueda del “Sicario” que fue ardua y complicada, hasta que se le halló oculto en una casa de campo.
Una vez detenido el más peligroso y el que a la postre era el que hacía las llamadas amenazantes, se detuvo a los demás, lográndose con ello la desarticulación completa de la organización, la resolución del caso y en especial el descanso de la víctima, la cual vivía atemorizada y prácticamente encerrada en su vivienda desde que empezó este episodio.