Enrique Ruz Escobar, jefe de la Policía Local de Antequera, fue el encargado de nombrar uno a uno a la decena de policías, que el sábado, recogieron, en el ‘Molino El Saydo’ (Mollina), su insignia y capa que los identifica como Caballeros y Damas Nobles de la ‘Soberana Orden Militar y Hospitalaria de Andalucía de Don Fernando y Santa Eufemia’.

Una condecoración que según dijo Ruz se ha recuperado hace escasos cinco años. En esta quinta cita policías y familiares se reunieron para ser testigos del nombramiento. Ni un alfiler cabía en el patio de ‘El Saydo’. Pocas eran las sillas vacías, que simplemente lo estaban porque sus ocupantes se habían levantado para esperar junto a su padrino o madrina el momento de ser requerido en el escenario donde Ruz lo esperaba espada en mano.

Espada ante la que los policías debían «jurar o prometer por su conciencia y honor defender la caballería en todas las acciones de su vida», según les hacía saber Ruz.

Una vez jurado o prometido era el momento de ser nombrado como caballero o dama. Ruz, en nombre del Infante Don Fernando y Santa Eufemia, así lo hizo. Señalándoles que desde ese momento tendrían que seguir sus vidas y acciones basados en los valores de la caballería: Honor y Justicia, Lealtad y Nobleza, Humildad y Valor, y Calidad y Fraternidad.

El paso siguiente era recibir la capa, de mano de su padrino o madrina. Una capa que según Ruz «cubrirá las vanidades, doblegará el espíritu y hará que crezca en usted todas las virtudes de la orden de la caballería».

De todos los condecorados sólo tres fueron mujeres. Las tres fueron las últimas en hacer su juramento. Fue, precisamente, la última de ellas la primera en recibir la Cruz de Don Gonzalo Chacón, ya que ella era una descendiente de éste. Figura la de Gonzalo que formó parte de la reconquista de la ciudad allá por 1410, devolviendo Antequera a la cristiandad.