Las condiciones meteorológicas, que están provocando que los pozos se sequen, ocasionan a su vez un desabastecimiento de agua y un riego precario, lo que está repercutiendo de forma considerable en el tamaño y la calidad del fruto
Los agricultores de la comarca de Antequera y Noroma prevén una caída en la producción de almendra este año en torno a un 20 y 25 por ciento debido principalmente a la sequía.
La cosecha, que arrancará este lunes y se extenderá hasta finales de septiembre, ha tenido que adelantarse debido a las condiciones adversas provocadas principalmente por la falta de lluvias que merma actualmente la zona norte e interior de la provincia.
Javier Vidaurreta, director gerente de Oleoalgaidas, explica que la aceleración del ciclo de la cosecha se debe al calor, que también juega un papel importante en la maduración de las almendras. La humedad óptima del grano es un factor crítico para su calidad, y este debería estar alrededor del 6-7%, sin embargo, las altas temperaturas han permitido alcanzar ese objetivo antes de lo usual, lo que ha obligado a adelantar la recogida.
En este sentido, desde Oleoalgaidas detallan que la mayor parte de los almendros que poseen, no solo en la Comarca de Antequera sino a nivel general, son nuevas variedades. Aquellas tradicionales como la Marcona o la Largueta ya han desaparecido, sustituyéndose por aquellas de floración tardía, como el Lauranne, que sortean mejor las heladas. “La Comarca Antequera es muy problemática con las heladas tardías. Aquí se pueden producir heladas hasta incluso en el mes de abril. Entonces, cuando el frío afecta a la flor, la queman y si no hay flor, no hay fruto”, insiste Vidaurreta.
La mayor parte de la superficie de almendro en la comarca de Antequera es regadío, suponiendo un 80%, mientras que el porcentaje restante se destina al secano. Las condiciones meteorológicas, que están provocando que los pozos se sequen, ocasionan a su vez un desabastecimiento de agua y un riego precario, lo que está repercutiendo de forma considerable en el tamaño y la calidad del fruto. “Las almendras tienen menor tamaño y a menor tamaño, mayor descenso en la producción”, explica.
En principio, tal y como estiman desde Oleoalgaidas, prevén una caída de producción de almendra en cáscara entre un 20 y 25 por ciento en relación a la campaña anterior, lo que se traduce en una disminución de aproximadamente cien mil kilos, así como del rendimiento, que son los kilos de granos en relación a los kilos de cáscara. “Es cierto que en estos últimos años, con el tema de la crisis energética, la cáscara, que es un combustible, una biomasa fantástica para quemar, se ha incrementado. Ha incrementado un poquito el precio, pero nada que ver con el valor que tiene el grano”, lamenta Vidaurreta.
Por su parte, en términos provinciales, desde ASAJA Málaga esperan una caída menor, del diez por ciento de la cosecha, debido a las últimas lluvias de final de mayo que ha elevado este aforo.
A la sequía, tal y como insisten los agricultores, se une la competencia extranjera, en particular la almendra americana proveniente de California, que está ejerciendo presión sobre los precios y la producción local. “La almendra americana está ahora mismo a un precio más bajo que el precio indicativo que tenemos de la almendra nacional y eso es un problema importante y que evidentemente está afectando”, explica el director gerente de Oleoalgaidas.
Ante esta problemática, desde ASAJA Málaga apelan a la preferencia comunitaria a la hora de elegir la entrada de producto desde fuera, pero “los acuerdos de libre comercio no permiten aplicar un arancel a no ser que se den unas circunstancias muy determinadas”.
“Estados Unidos es el principal productor de almendra con gran diferencia, siempre viene almendra desde allí. Lo que ocurrió el año pasado es que allí hubo una superproducción y a pesar de que nuestra cosecha no fuese buena, al entrar almendra desde fuera afectó mucho a nuestro mercado”, detalla el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores, Baldomero Bellido, quién añade que “se está intentando que las denominaciones de origen de turrón y mantecados incluyan la obligación de usar almendra española, lo que ayudaría mucho a impedir la entrada desde fuera”.
Así, cooperativas locales, como es el caso de Oleoalgaidas, dedicada principalmente al condicionamiento de la almendra, busca mejorar la comercialización del producto a través del grupo de DCOOP, que este año prevé una producción total de aproximadamente 25.000 toneladas de almendras en cáscara. “Estamos esperanzados en que esto nos dé un impulso, porque lo que se pretende al agruparnos es mejorar la comercialización mediante la realización de una serie de procesos industriales que lo que hacen es darle mayor valor añadido a las almendras”, explica Vidaurreta.