Las actuaciones en la planta de compostaje permitirán recuperar vidrio y textil y reutilizar como combustible otros materiales no reciclables
El tratamiento de los residuos sólidos urbanos en el complejo medioambiental que la Diputación de Málaga tiene en Valsequillo en Antequera mejorará notablemente gracias a las obras que se están llevando a cabo en la nueva planta de compostaje que comenzó a funcionar en febrero de 2018. Las actuaciones que se realizan, estimadas en unos 11 millones de euros, permitirán un mejor aprovechamiento de la basura doméstica, reduciendo un 50% la entrada de residuos al vertedero.
El diputado provincial y presidente del Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), Juan Álvarez, y el alcalde de Antequera, Manuel Barón, visitaron las horas que se esperan concluir a finales de noviembre y en las que participan más de 200 trabajadores.
Juan Álvarez explicó que la empresa a la que se adjudicó la gestión de la planta de compostaje (la UTE formada por Urbaser y Fomento de Construcciones y Contratas) es la que asume todas las actuaciones, que contribuirán a aumentar la recuperación de productos en la planta, mejorar las condiciones de trabajo, disminuir el impacto ambiental del vertedero y reducir el consumo de energía.
La planta de compostaje (Planta de Tratamiento Mecánico Biológico) trata los residuos domiciliarios (contenedor gris) que se generan en 91 municipios de la provincia, unos 800.000 kilos diarios, reciclando parte de la basura doméstica en compost, abono apto para la agricultura y la jardinería.
Reciclaje de más materiales
Gracias a las mejoras que se ejecutan, se habilita una tercera línea para el tratamiento de esos residuos. Además, actualmente la planta permite reciclar envases, objetos metálicos, cartón y vidrio que se hayan introducido por error en el contenedor de basura orgánica, a los que se unirán a partir de ahora materiales como vidrio y textil.
Al mismo tiempo, otros residuos de alto poder calorífico que hayan recibido un tratamiento previo y que no puedan ser reciclados podrán aprovecharse, una vez incinerados en hornos industriales, como combustibles sólidos recuperados para generar energía.
Nueva nave de compactación
Otra importante novedad es la construcción de una nave de compactación de todos los residuos que no puedan reutilizarse, que se comprimirán formando balas, lo que supondrá que requieran menos espacio y, por lo tanto, se alargará la vida del vertedero en un 25%. Paralelamente, ello incidirá en que se generarán menos lixiviados en el vaso de vertido y se reducirán los riesgos de deslizamientos del vertedero por su mayor estabilidad estructural, disminuyendo también la producción de gases.
Así mismo, como mejoras, se van a instalar placas solares fotovoltaicas en autoconsumo de alta eficacia en la cubierta de las naves que posibilitarán una reducción anual en el consumo de energía eléctrica de las instalaciones de un millón y medio de Kw/h. Y se están construyendo una plataforma de carga del compost, un nuevo edificio de oficinas y vestuarios y diversas naves para taller, almacén y lavado de vehículos y maquinaria. A todo ello hay que unir que la plantilla de la planta de compostaje se incrementará en 45 nuevos puestos de trabajo.