La comarca de Antequera se prepara para uno de los espectáculos astronómicos más esperados del verano: la lluvia de perseidas. Esta lluvia de meteoros, conocida popularmente como estrellas fugaces, alcanza cada año su momento de mayor actividad en torno al 12 de agosto. En 2025, el máximo se producirá hacia las 22:00 horas, aunque las condiciones no serán perfectas debido a la cercanía de la fase de Luna llena.
Las perseidas son visibles desde todo el hemisferio norte y se caracterizan por su elevada velocidad, que puede superar los 50 kilómetros por segundo. En noches favorables, su actividad alcanza hasta 200 meteoros por hora. Aunque la fecha de mayor intensidad se sitúa entre el 11 y el 13 de agosto, las primeras trazas de este fenómeno pueden observarse desde mediados de julio y prolongarse hasta el 24 de agosto.
En Antequera, las condiciones geográficas ofrecen emplazamientos privilegiados para su observación. Espacios como el Torcal, declarado Patrimonio Mundial por su valor geológico, o miradores rurales en las pedanías de La Higuera, Villanueva de Cauche o Los Llanos, permiten disfrutar de un cielo oscuro y despejado. Los entornos alejados de la contaminación lumínica de la ciudad, así como las zonas altas de la Sierra de Humilladero o la Peña de los Enamorados, ofrecen una panorámica inmejorable.
El origen de las perseidas se encuentra en el paso de la Tierra a través de los restos del cometa 109P/Swift-Tuttle, cuya órbita de 133 años está sembrada de diminutas partículas. Al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, la fricción vaporiza estos fragmentos, generando los destellos que popularmente se llaman estrellas fugaces. El radiante, o punto aparente de origen, se localiza en la constelación de Perseo, aunque las trazas luminosas pueden verse en cualquier zona del cielo.
Este año, la luminosidad de la Luna supondrá un reto para los aficionados a la astronomía. Los expertos recomiendan buscar momentos de observación justo después del anochecer, antes de que el satélite se eleve demasiado sobre el horizonte. También aconsejan orientar la vista en la dirección opuesta a su posición para reducir su influencia en la visibilidad.
Observar las perseidas no requiere equipamiento especial. Una tumbona o esterilla, ropa cómoda y algo de paciencia son suficientes para disfrutar del fenómeno. La adaptación de la vista a la oscuridad es fundamental, por lo que se recomienda evitar el uso de pantallas o luces intensas durante la espera.