Un Conservas Alsur cada día más centrado en sus objetivos de al menor alcanzar una de las plazas de «play off» se las veía en la jornada de ayer en una de las canchas emblemáticas del balonmano nacional como era el caso del «Quijote Arena» de Ciudad Real. Hasta la ciudad manchega viajaba el equipo de Lorenzo Ruiz y Darío Mata dispuesto a dar otro golpe de mano que pudiese acercarle más a esa posibilidad y de paso dejarse atrás a un rival de peso como el BM. Alarcos al que antes del partido ya tenía situado a nueve puntos. Para los de casa era el ser o no ser mientras que para sus rivales no dejaba de ser una opción de casi cerrar una clasificación que a estas alturas de temporada desde la parcela de su afición se sigue viendo como un imposible casi hecho realidad y todo debido al trabajo de un grupo humano imposible de catalogar con adjetivos. Conocedores de lo que les iba en el envite los manchyegos enlazaron un inicio de partido rompedor con Julián Portero y Negrete, decisorios en ataque ante un rival con numerosos problemas a la hora de romper la defensa local lo que motivó un contudente 7-1, que obligo al tiempo muerto antequerano y el llamamiento a un orden que poco a poco comenzó a surtir los efectos deseados. Un 8-6, más lógico con un “siete” visitante viendo portería adversaria con más facilidad propició también que el rival empezará a ver menos claro el partido que en todo caso y en los últimos minutos del primer tiempo propició un intercambio de goles que llevó el duelo a un 14-11, al ecuador del mismo. Una buena salida en el inicio amparada en las intervenciones de Mai propiciaron un 16-15 al minuto 10, que no pudo ser mantenido porque Alarcos volvió a la carga poniéndose el traje de faena y volviendo a ver que su necesidad iba mucho más allá que la de su adversario. De esa forma el choque entró en una dinámica en la que los de casa se vieron amparados por una ventaja que fueron de nuevo incrementando hasta alcanzar el 25-20 final.
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