El Centro Fundación Unicaja de Antequera vuelve a llenarse de música gracias al concierto de guitarra clásica de Bernardo García Huidobro, bajo el título ‘Los músicos en el Camino de Santiago’. Este espectáculo, organizado por Fundación Unicaja, tendrá lugar mañana, viernes 5 de abril a las ocho de la tarde.
Esta actividad responde al interés de la Fundación Unicaja por apoyar e impulsar la cultura en su entorno. Para ello, la institución desarrolla un amplio programa en los diferentes Centros Fundación Unicaja de Antequera, Cádiz, Almería y Sevilla, así como en la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina de Málaga.
‘Los músicos en el Camino de Santiago’ rinde homenaje a todas las rutas del peregrinaje jacobeo y como éste influyó en numerosas composiciones de músicos de los siglos XVI al XX.
En este recital se podrán escuchar obras como ‘Para quien crie yo cabellos’ y ‘Pavana con su glosa’ de Antonio de Cabezón, ‘Fantasía X’ de Alonso Mudarra; ‘Mille Regretz’ de Luis Narváez; ‘Folias’ y ‘Españoleta’ de Gaspar Sanz; ‘Introducción y variaciones Op. 9 sobre un tema de la Flauta Mágica’ de Fernando Sor; ‘Allegro en La Menor’ y ‘Allegro Brillo en Mi Mayor’ de Dionisio Aguado; ‘El Vito’, ‘Soleá’ y ‘Zapateado’ de Regino Sainz de La Maza; de ‘De la Suite Compostelana’ de Federico Mompou; ‘Campanas del Alba’ de Eduardo Sainz de la Maza y ‘Leyenda’ de Isaac Albéniz.
Hablar del Camino de Santiago es hablar de interculturalidad, de convivencia entre iguales, de respeto, de igualdad entre hombres y mujeres, de la combinación de la música con el intercambio cultural a nivel global.
En el programa de este concierto se han seleccionado autores nacidos en localidades por las que pasa el Camino, ciudades y pueblos donde desarrollaron su arte y por lo que de alguna manera también el Camino influyó en su música.
En cuanto al Camino de Santiago como cauce o vehículo transmisor de novedades y cultura, una de las influencias más claras del Camino de Santiago en el terreno puramente musical, es la aceleración en la sustitución del rito hispano-mozárabe por el rito franco-romano.
Este se copia y difunde con rapidez a través de los monasterios y templos del Camino, los nuevos textos con los modos tonales y signos gráficos propios del canto lineal Gregoriano, y enseguida las nuevas formas musicales procedentes de Francia, los Tropos, las Secuencias y los Melismas como formas de resaltar más la belleza de las formas musicales.