Este domingo se ha celebrado la vigésimo sexta edición de esta cita tradicional impulsada por la Cofradía de los Estudiantes
La Pasión no termina en Antequera con su Semana Santa. Este domingo la Cofradía de los Estudiantes ha celebrado la vigésimo sexta edición de su procesión de tronos chicos, una de las citas más destacas de la primavera en la ciudad de los Dólmenes y el Torcal.
En torno a medio millar de niños han lucido las vestimentas de mantillas, penitentes y otras figuras propias de la Semana Santa antequerana en el desarrollo de una estación de penitencia muy especial en la que los pequeños hermanacos han portado sobre sus hombros reproducciones a pequeña escala de los principales pasos y tronos de la Semana Grande de Antequera.
No han faltado tampoco las tradicionales petaladas ni las vegas, momentos únicos que dotan a esta procesión infantil de un sentido especial para los jóvenes, principales protagonistas de una jornada que va camino ya de las tres décadas.
Como novedad, en esta ocasión se ha ampliado el recorrido del desfile ante la gran participación e interés que despierta el evento año tras año.
Con salida desde la Iglesia de San Francisco, el cortejo ha transcurrido por la Pazuela de San Zoilo, Calzada, Encarnación, Plaza de San Sebastián, San Agustín, Lucena, Madre de Dios, Duranes y la Plaza de San Francisco, donde han corrido las vegas para terminar de nuevo en el templo.
El acompañamiento musical ha corrido a cargo de la banda de Romanos de Fuente de Piedra, la ‘Pepa de Alhaurín, la banda de cornetas y tambores Suspiros de Pasión de Alameda y la Agrupación Musical Virgen de Gracia de Archidona.
De esta forma, Antequera ha vuelto a sentir los sones cofrades entre tambores, incienso y sonrisas infantiles que han reflejado, un año más, la importancia y fuerza del relevo generacional de la fe y la cultura cofrade en la ciudad.