A medida que las campanas resuenan en la ciudad, los habitantes de Archidona reconocen de inmediato este distintivo tintineo: son los tradicionales «Repiques». No es simplemente un volteo de campanas, sino una llamada emotiva y espiritual que anuncia la llegada de la Real Feria de agosto y sirve como recordatorio para orar a la Virgen de Gracia.
El pasado lunes, exactamente a las siete de la mañana desde el Santuario de la Virgen de Gracia, se marcó el inicio de esta ancestral tradición. En un giro especial, Manuel Almohalla, el alcalde de Archidona, junto con el concejal de Cultura y Turismo, Pablo Garrido, tuvo el honor de dar inicio a los primeros acordes de los “Repiques”.
Estrechamente vinculados al ciclo celebrativo de la Virgen de Gracia en agosto, los «Repiques» se llevan a cabo durante los siete días previos y los siete días posteriores al 15 de agosto, día de la Festividad de la Asunción. Durante estos días, diversos templos de la ciudad tocan sus campanas «a gloria», marcando tres momentos del día. Aunque los orígenes exactos de esta práctica son desconocidos, los Repiques han sido una práctica reconocida en las celebraciones a lo largo de los siglos. Estos tintineos no solo agradan a los sentidos, sino también al espíritu.
«Probablemente estamos preservando la memoria de los rituales de las antiguas Hermandades históricas de la Virgen de Gracia» Para los ciudadanos de Archidona, «los Repiques» son más que un mero sonido; forman parte del paisaje sonoro cultural y representan un capítulo identitario en la Memoria Colectiva.
A medida que la juventud local recoge el testigo, hay esperanza y determinación para salvaguardar esta tradición, manteniéndola viva para las futuras generaciones. Mientras el sonido de los «Repiques» continúa resonando en las calles de Archidona, es una invitación para todos, residentes y visitantes por igual, a sumergirse en la rica tradición y espiritualidad de la ciudad. Para aquellos interesados en experimentar esta tradición de primera mano, la Real Feria de agosto en Archidona es el momento perfecto.