Entre el “vuelva usted mañana” de Larra y el “mañana no venga” a pesar de los 180 años transcurridos, persiste una actitud repetida de la Administración; el hoy no existe, el presente se torna inservible para el empleado público, si para Larra y sus tiempos, el mañana significaba, que hoy no tenía ganas de hacer nada y se podía marear hasta la saciedad al administrado, en nuestros tiempos el “gestor de lo público” a falta de saber hacer otra cosa, entiende que sólo, despidiendo al personal podrá entrever un mañana eficaz en las cientos de miles empresas constituidas con dinero público y que sirven de cobijo para todos los amiguetes del político, del partido de turno.

Mañana no vengas, es así como comienza el resto de la vida para una persona; mujer, madre, asociada a ACILIA y que desde esta tribuna de opinión pública mensual, que tiene la propia Asociación queremos reproducir casi textualmente, pues nos parece un testimonio desgarrador pero pleno de esperanza, en el que pueden verse reflejado muchas mujeres.

“Me comunican en mi empresa pública que mañana no tengo que ir a trabajar, me han aplicado un ERE me dicen, (por cierto en nada parecido a los que mencionan cada día los informativos, cargadito de millones), en ese momento se me cae el mundo encima, ¿por qué yo?, ¿por qué a mí?, no paraba de repetirme una y mil veces.

Treinta años de mi vida trabajando en la misma Empresa, mi juventud y los mejores años dedicados por entero a ella, ¿qué había fallado?, en un cúmulo de sensaciones, que no me podía explicar, pensaba en mi familia y sobre todo en mi hija que acaba de empezar una carrera, lo he pasado muy mal, he llorado mucho, pero hay que seguir, no me puedo rendir, debo empezar de nuevo”.

Una empresa pública modelo durante muchos años, constituida y capitalizada con dinero de todos los ciudadanos, por una apuesta decidida de turismo de calidad en nuestro país, en el que el Turismo es la principal fuente de riqueza; una empresa pública por la que pasan gestores (amigos de los que mandan), a los que en lugar de dotar a la empresa de eficacia, maximizando los recursos de que disponen, sólo se limitan a despedir al personal, en lugar de algo tan sencillo como bajarse sus millonarios sueldos. En estos momentos tan difíciles la empresa, sobre todo la pública debiera actuar de otra manera

“Con más de 50 años, sé, que será difícil, por mi edad sobre todo, pero quiero pensar, que si se me cierra una puerta, otra se abrirá, por lo menos yo lo voy a intentar, dispongo de recursos personales y amplia experiencia en mi trabajo, todavía tengo mucha batalla que dar en el aspecto laboral. Muchos amigos y amigas que me apoyan, mis compañeras de asociación (ACILIA) que me aportan su experiencia, su saber siempre gratificante, y sobre todo su amistad. Soy fuerte y luchadora y animo a todas esas personas que se encuentran en mi misma situación a que no se rindan, que sigan luchando, que de esta se sale, seguro que salimos. Vendrán momentos de bajón pero hay que levantarse, mirar hacia adelante, yo pensaba que mi empresa era lo único que existía, yo era como de la casa….., he comprobado el error en el que estaba, pero estoy segura que habrá más salidas, quiero ser positiva y pensar que mi vida va a cambiar para bien, ahora me queda una lucha por delante, pero lo voy a conseguir, muchas gracias a mis amigos y amigas pero sobre todo a mi familia, en especial a mi marido y a mi hija por su apoyo incondicional”

Desde Acilia entendemos que esta narración personalísima de Carmen Gloria Arenas, merecía generalizarse en el sentir de la Asociación, darle luz, que quizá a otras en estos duros momentos en los que muchas mujeres pierden sus trabajos, pueda iluminar. Reciban desde Acilia nuestro apoyo y ánimo en la lucha.

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