El jamón no sólo es un producto que aporta numerosas vitaminas, minerales y proteínas al cuerpo humano, además para Campillos supone desde hace décadas un importante ingreso económico dentro del sector agroalimentario. Y sumado a esto ayer supuso además, un efecto bálsamo para estos vecinos que desde hace tres semanas vienen sufriendo los efectos de la terrible riada acontecida en la noche del 21 de octubre.
Más de 50 stands relacionados con la industria porcina llegados desde toda Andalucía se instalaron en Campillos
Y es que la XI edición de la Feria del Jamón celebrada ayer en Campillos supuso un golpe anímico para una población que en las últimas semanas veía como una tromba de agua se llevaba gran parte de sus enseres. Así también lo describía el alcalde de la localidad, Francisco Guerrero al indicar que «hoy se puede observar otro ánimo entre los vecinos».
El parque José María Hinojosa no se encontraba ayer lleno de vehículos y barro, sino de miles de personas que llegaron desde todos los puntos de la provincia de Málaga y de Andalucía para poder degustar los mejores jamones y derivados del cerdo que se producen en Campillos y en muchos otros lugares de la región andaluza.
Más de medio centenar de puestos se instalaron en Campillos y más de 15.000 personas visitaron a lo largo de toda la jornada este espacio que como bien decía el alcalde campillero «cada vez suma más adeptos. Cada año se puede ver más gente que viene a Campillos, pero ya no sólo a comprar jamón y se van, sino que ya tienen la oportunidad de visitar el municipio, pues abrimos el museo del visitante, tenemos visitas guiadas a la ciudad, existe un tren turístico para ello, y además muchos comercios se han adherido a la iniciativa y abren sus puertas para generar una oferta gastronómica, cultural y turística», explicó.
Junto a esto visitantes llegados no solo de Andalucía sino algunos otros de otras nacionalidades se encontraron en Campillos con una gran oferta de productos derivados del cerdo que hizo las delicias de los más experimentados. Una turista suiza explicaba que había acudido junto con sus amigas suecas y aunque «somos vegetarianas, no hemos podido dejar de comprar algo de jamón para nuestros amigos porque sabemos que es muy rico».
Numerosas empresas no sólo de Campillos y de las poblaciones cercanas acudieron, también se instalaron de Granada y de Martín de la Jara (Sevilla) entre otras. Mientras los cortadores de jamón no daban a basto para afilar los cuchillos y cortar en finas lonchas los mejores jamones de bellota, los vendedores mostraban a los visitantes todos los productos que existen derivados del cerdo.
Y es que para Campillos hablar del jamón no es sólo un producto que tradicionalmente se encuentra en cualquier mesa familiar, es también un elaborado ganadero de generaciones que a día de hoy «está diversificándose en la economía local, pues además ya estamos empezando a tener bastantes negocios relacionados con la carne de pavo y otros», argumentó el alcalde de Campillos.
Así, esta edición pasará a la historia por ser la de mayor afluencia de público que haya tenido esta fiesta declarada de Singularidad Turística por la Diputación Provincial de Málaga, y por ser una fiesta que permitió levantar el ánimo de los campilleros tras semanas de limpieza de barro y enseres destrozados.