Si alguna vez te has sentido bien y a gusto contigo mismo, tranquilo. Te has sentido alegre y contento en todos los aspectos, lleno de vida. En definitiva, te has sentido plenamente realizado. Quizás será porque has hecho todo lo que debías hacer, con la actitud de haber sacado lo positivo que había en ti y con ello lograste un bienestar absoluto que jamás sentiste antes. Por lo tanto al conseguir lo requerido o lo pensado te has llenado de tal felicidad que sólamente tú serás capaz de consumir. Y es en este momento de paz interior, cuando se reactiva en ti tal sensación, tal tranquilidad, que parece como si estuvieses flotando sobre un mar de nubes.
Y me pregunto yo ahora. Si cuando se hacen las cosas bien, si cuando se realizan hechos que solo aportan cosas buenas, si cuando en tu interior habita la felicidad. Si por tu trabajo has conseguido que entre un poco de paz en los corazones de los demás.
¿Por que no nos dedicamos a intentar conseguir esa paz interior y dejamos de convertirnos en alimañas que sólo prefieren destruir y sólo consiguen sucumbir como personas?
Manuel Hidalgo