Los gatos son por naturaleza un animal muy limpio y cuidado. Se pasan gran parte del día lamiéndose con su lengua lo que hace que se relajen y a la vez se limpien. Pero esto a veces no es suficiente para que nuestro gato tenga una buena higiene.

La mayoría de los gatos están bien limpios solamente con cepillados periódicos y con su propio cuidado. Pero algunos como los de color blanco o que estan en contacto más a menudo con el exterior necesitan aglo más. Además no es malo que de vez en cuando todos sean como sean se bañen.

Es bien sabido que los gatos y el agua no son buenos amigos, pero esto no es por naturaleza sino porque no están acostumbrados a ella desde que son pequeños. Aquellos que si han tenido contacto poco a poco con el agua desde pequeños no se asustan de los baños, al contario, les encanta y se relajan mucho. Por eso para realizar un buen baño a tu gatos a que seguir unas pautas.

Principalmente debemos acostumbrar a nuestro gato al agua poco a poco desde que son pequeños o en caso de que sean más grandes también es buena idea intentarlo. Para ello podéis empezar mojándolo con un trapo mojado e ir aumentado la cantidad de agua cada vez más. Más adelante puedes intentar que juegue en un barreño con poca agua y premiarlo si lo hace.

Antes de realizar el baño debes cepillarlo bien para eliminar el pelo muerto o los enredos, eso facilitrá el baño. Después de esto mojamos su pelo poco a poco y extendemos una fina capa de champú especial para felinos.

Para terminar debemos aclarar con agua tibia para que el gato se sienta más relajado y no con agua fría y dejarla caer suavemente sin brusquedad. El secado tambien es una cosa que a los gatos no les gusta, sobre todo si se hace con secador porque su ruido les puede asustar. Se puede secar con una toalla seca o con secador. Para que no se asusten del secador debemos acostumbrarlos a su ruido desde pequeños. Si conseguimos que no se asusten del secador lo agradecerán porque les gusta más sentir el aire caliente.

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