Esta pedanía antequerana en la que viven en torno a 1.200 habitantes teme terminar rodeada de placas solares
Máxima preocupación entre los vecinos de la pedanía antequerana de Cartaojal ante la proyección de hasta cinco parques fotovoltaicos en las inmediaciones de su entorno que terminarían por rodear este núcleo poblacional de unos 1.200 habitantes.
«La proliferación de plantas solares amenaza nuestra forma de vida, nuestros trabajos y el ecosistema del que formamos parte», aseguran desde la plataforma ciudadana recientemente creada ‘Cartaojal sin parques fotovoltaicos’, de la que ya forman parte más de medio centenar de usuarios de todas las edades. Entre ellos, Ángel López, uno de los impulsores de esta unión que nace con el objetivo de visibilizar su postura y de hacer llegar «nuestra voz hasta los que pueden cambiar las cosas», explica.
Una de las principales cuestiones que les mantienen en alerta es la superficie de las plantas y la proximidad de las mismas al anejo. Cartaojal se extiende a lo largo de un kilómetro, mientras que se han contabilizado unos cinco kilómetros de parques solares vallados, quedando los más cercanos a unos doscientos metros de las viviendas de la parte norte, desde el cementerio hasta el pueblo, pegando a la zona del colegio, según explica López. «Solo vamos a ver un mar negro al norte de Cartaojal», indica.
Todo ello con el consecuente impacto ambiental que supondría para la zona. «Todo ese terreno ya no servirá para producir y en muchos casos se tendrán que arrancar miles de olivos», señala, al mismo tiempo que recalca la pérdida de puestos de trabajo en una zona donde fundamentalmente se vive de la actividad agrícola. «Entendemos que se va a hipotecar el futuro de Cartaojal durante mínimo, 30 años, impidiendo su crecimiento y desarrollo. Donde no hay trabajo, la gente no se queda, y aunque no todos viven del campo y el nuevo centro logístico cree empleo, al final se está potenciando la España vaciada con el boom de los parques solares», critica.
Otro de los perjuicios naturales que pueden llegar a suponer las plantas solares es atentar contra la supervivencia del aguilucho cenizo, una especie de ave que nidifica en zonas próximas a Cartaojal y que se verá afectado con la alteración del entorno donde actualmente realizan su caza, suponiendo la desaparición de esta especie en Antequera, donde la Junta de Andalucía ha avistado hasta seis parejas.
Los cinco parques solares cuentan con una media de 50 megavatios de potencia cada uno y suman cerca de 30.000 módulos. Algunos proyectos están todavía en fase de tramitación, por lo que todavía no se ha instalado nada. «Ahora mismo están realizando algunas pruebas para comprobar la viabilidad del terreno», señala López. De hecho, desde el Ayuntamiento de Antequera le han trasladado que todavía no hay ninguna licencia de obra concedida. Esta misma semana, miembros de la plataforma mantuvieron una reunión con el alcalde de Antequera, Manuel Barón, quien, según López, manifestó al respecto la postura favorable del Consistorio, comprometiéndose a realizar una visita próximamente a la pedanía tras estudiar el tema y los intereses de los vecinos.
Además de recoger firmas, han solicitado la celebración de una sesión de pleno extraordinaria en la que se aborde en profundidad la «problemática» de los huertos solares que afecten a la pedanía. Es por ello que piden «el máximo apoyo por parte de todas fuerzas políticas», independientemente del color de cada una. La plataforma también ha mantenido varios encuentros con los líderes de Izquierda Unida y del PSOE local, pero quieren dejar claro que son totalmente independientes y que solo miran por los intereses de los vecinos, quienes no paran de sumarse en esta lucha.
Además, aseguran no estar en contra de las energías renovables, sino de su ubicación, haciendo referencia a la necesidad de una legislación «estricta» que impida su colocación de manera «indiscriminada y descontrolada». «Se está aprovechando este boom para poner parques por todos sitios, afecte a quien afecte. Hay mucha permisividad y por eso queremos que no se entreguen las licencias, que se prorrogue todo hasta que haya una legislación más fuerte». Por el momento, desde la plataforma aseguran que esto es solo el inicio porque en Cartaojal «no paran de preguntar por terrenos para instalar más parques solares».