Desde tu más profundo “ser”, responde a esta pregunta, ¿expreso realmente lo que soy? ¿Desde qué lugar estoy expresando cada día? ¿Desde respuestas automáticas, impulsos inconscientes generados por grabaciones, improntas, vivencias, experiencias y patrones adquiridos, aprendidos, heredados o desde respuestas conscientes, de un ser en evolución, aprendizaje desarrollo y crecimiento?
Imagina que cada día, tienes ante ti, un carruaje medieval tirado por un caballo, que la vida te regala para transitar ese nuevo día. El cochero representa el intelecto, lo cognitivo, el que analiza. El caballo representa la parte emocional que se deja llevar por impulsos inconscientes, reaccionando ante cualquier estímulo que encuentra en su camino. ¿Quién falta? Faltas tú, el pasajero, tu ser profundo, la esencia vital que quiere vivir desde la consciencia, la coherencia, el aprender, evolucionar y crecer. Falta el “ser” que tiene una visión, una misión y un propósito. El pasajero es quién, de forma consciente, tiene que ordenar al cochero, desde dónde tiene que guiar al caballo para llegar a expresar, un día en coherencia.
Escrito por: Mari Carmen Doblado Algar.