El optimismo hacia las criptomonedas en España alcanza niveles destacados en 2025: el 74 % de los españoles encuestados confía en el futuro de los criptoactivos a largo plazo, según un estudio reciente. Este artículo explora, con tono cercano y basado en datos reales, las razones de esta confianza, los perfiles que la sostienen y el entorno regulatorio que refuerza ese panorama positivo.
Confianza mayoritaria y creciente
Un contundente 74 % de los españoles confía en el futuro de las criptomonedas a largo plazo, mientras que solamente un 4 % se muestra escéptico. Esta cifra no solo demuestra una mayoría clara, sino que también sitúa a España por encima de la media europea.
Según el estudio de Binance, basado en respuestas de más de 16 000 participantes en cinco países europeos, España destaca por su nivel de confianza. Esa creencia refleja una percepción de que las criptomonedas, ya sea para inversión o para nuevas formas de entretenimiento digital como un crypto casino, forman parte de una estrategia financiera más sólida y sostenible.
El informe también resalta que la confianza no se limita a los inversores actuales, sino que se extiende a quienes aún no han adquirido criptomonedas. Entre los encuestados sin tenencia de criptoactivos, un 62 % manifestó interés en invertir en los próximos 12 meses, lo que sugiere un potencial de crecimiento sostenido en la base de usuarios en España.
Además, el estudio indica que España se sitúa a la cabeza de Europa en cuanto a optimismo cripto, superando a países como Francia (68 %), Italia (66 %) o Alemania (63 %), lo que posiciona al país como un mercado especialmente receptivo para el desarrollo de proyectos y empresas vinculadas a blockchain y activos digitales.
Inversores estratégicos, no especulativos
Más de la mitad de los españoles (55 %) señala la función de las criptomonedas como reserva de valor o protección frente a la inflación como el factor más atractivo, mientras que solamente un 13 % prioriza los altos rendimientos. Este enfoque pragmático rompe con el estereotipo de que las criptomonedas solo atraen por su volatilidad o su presunto potencial de ganancias rápidas.
Además, el 40 % destina menos del 10 % de su cartera a criptoactivos; un 22 % invierte entre el 25 % y 50 %, y un significativo 19 % dedica más de la mitad de sus inversiones a criptomonedas. Esta diversificación indica prudencia y compromiso real con el sector.
El estudio también revela que un 36 % de los inversores españoles distribuye sus tenencias entre varias criptomonedas, evitando depender de un único activo. Esta estrategia responde a un criterio de gestión de riesgos propio de carteras bien estructuradas y demuestra que el interés no se centra únicamente en buscar picos de rentabilidad, sino en identificar proyectos con fundamentos sólidos, casos de uso claros y potencial de adopción real en el tiempo.
De hecho, según el informe, los usuarios priorizan monedas y tokens que cuentan con una trayectoria estable, respaldo tecnológico y comunidad activa, lo que refuerza la percepción de que el ecosistema cripto en España se está profesionalizando y alejando de las apuestas puramente especulativas.
El usuario cripto español ha visto cambios notables: el 46 % tiene estudios superiores, el 58 % tiene entre 26 y 45 años, un 22 % tiene entre 18 y 25 años, y un 20 % supera los 45 años. España también lidera la participación femenina en el ecosistema cripto con un 18 %, frente al 13 % europeo.
Según Cinco Días, en 2024 la base de usuarios se duplicó pasando del 4 % en 2022 al 9 %, y el perfil promedio es hombre de entre 26‑45 años, autónomo y con visión de largo plazo. Además, un 44 % de los inversores son autónomos, por encima del 30 % europeo. Esto revela un ecosistema maduro, diverso por edad y género, con una creciente profesionalización.
Cuando se les pregunta cómo conocieron las criptomonedas, el 44 % dice que fue a través de redes sociales como Instagram o Twitter y el 30 % lo hizo por familiares o amigos. Esto muestra un aprendizaje informal, comunitario y accesible, donde la información fluye de forma natural y llega a públicos más amplios, especialmente a quienes aún no habían tenido contacto con una economía digital.
La entrada en vigor de la normativa europea MiCA ha supuesto un antes y un después: crea un entorno regulado, profesional y transparente, con licencias, gobernanza y protección para los usuarios. Según BBVA, MiCA “fortalecerá la gobernanza, transparencia y protección de los inversores” e incluso facilitará la participación de bancos en el ecosistema sin necesidad de licencias adicionales.
Además, OKX, uno de los mayores exchanges del mundo, resalta que España está acelerando en la adopción cripto gracias a una mayor regulación y a una percepción pública en alza. Estas señales regulatorias dan un marco seguro y serio que refuerza la confianza de los usuarios.