Manuel Sancho lleva cinco años intentando encontrar y recuperar a sus hijos. Desde que se divorció en 2012 y su ex pareja comenzó a incumplir el régimen de visitas y cambiar de residencia, Manuel ha pasado meses siguiendo la pista de sus dos pequeños, Jonathan y Kevin, que entonces tenían 11 y 9 años, respectivamente.
Casi cinco años de lucha en los que Manuel ha tenido que demostrar un sinfín de denuncias falsas por parte de la que fue, durante 12 años, su mujer y que ahora, tras resolverse cada caso, tendrá que responder ante la justicia. “Me ha denunciado por todo lo que se pueda imaginar, ha aprovechado que tras cada denuncia se abría un periodo de investigación que me ha impedido ver a los niños, pero tampoco he podido saber de ellos porque todo eso le ha servido a mi ex mujer para huir, hasta que se han archivado todos los procesos y ahora la juez ha puesto ya una orden de busca, detención y presentación en España sobre ella por esas denuncias falsas que ahora se han vuelto en su contra, pero ya sabemos que no están aquí”, declaró Manuel.
La estrategia de la madre ha sido la misma en este tiempo. Meses después del divorcio comenzó a no llevar a los niños a clase y un día Manuel vio que no había nadie en el piso donde vivían en Antequera. “Nos dijeron en el centro que los niños estaban ahora estudiando en el Manuel Laza Palacio, de Rincón de la Victoria y un día acudimos allí con mis padres y un amigo porque hacía cien días que no veía a mis hijos, ese día estaban haciendo una celebración del Día de Andalucía y consigo ver a uno de ellos a través de las rejas del colegio”, explicó. Esa visita le valió otra denuncia por parte de su ex mujer y Manuel volvió a perder la pista de sus hijos totalmente.
Así, no tuvo más remedio que, a través de su abogado, costear un detective privado que le ayudara a saber dónde y cómo estaban sus hijos. “Así nos enteramos sobre el mes de enero de este año que estaban en Granadilla de Abona en Tenerife en una colonia ocupa y los niños están sin escolarizar por lo que no constan en ningún centro y se lo comunicamos a la Fiscalía de Tenerife y a la Dirección General del Menor de Canarias y yo los veo en fotos tras cuatro años”, detalló Manuel. Comunicaciones al Cabildo canario que conoció la madre y por las que volvió a huir. “Se puso entonces la denuncia en el juzgado número 2 de Antequera por sustracción de menores de la que estamos esperando una euroorden de detención y entrega porque sabemos que están fuera de España”, aclaró Manuel.
Y lo sabe porque la última pista de sus niños en España la dan en Logroño, en mayo, donde han estado acogidos en Cáritas y donde de nuevo han estado pidiendo en Servicios Sociales. Desde allí, la directora ha dado un parte de la situación de la familia, porque además de los dos niños, la ex mujer de Manuel tiene cuatro menores más con su actual pareja que también está pendiente de varios procesos judiciales. “Son una familia muy grande, van pidiendo en parroquias y asuntos sociales y viajan en una furgoneta gris, van dejando pistas que esperamos nos ayuden a encontrarlos porque lo último que dijeron en Logroño es que estaban en Toulouse y que van camino de Holanda”, aseguró Manuel quien cree que han huido tras conocer la orden de busca y captura.
Durante este tiempo Manuel ha ingresado religiosamente los 400 euros de manutención que le corresponden. Antes del divorcio, la pareja vivía en Antequera, los niños estaban en un colegio de la ciudad y apuntados a la escuela de fútbol local. “Sus amigos aún me preguntan cuándo van a volver y yo les digo que pronto porque mantenemos la esperanza de que mis niños vuelvan con su familia que los quiere, conmigo y con todos sus abuelos, primos, tíos, y amigos que llevan ya casi cinco años esperando que regresen a casa, con una vida normal”, afirmó Manuel. La familia materna de los niños tampoco sabe nada de ellos, ni de la madre y esperan, igual que Manuel, que los pequeños vuelvan.
Ahora, el mayor acaba de cumplir 16 años y el pequeño hará 14 en pocos días, su padre espera que agosto no sirva para alargar más los trámites judiciales que le han dificultado, aún más, en estos años tener cerca a sus hijos y que la euroorden llegue en este mes. “Vivo pensando día y noche en ellos y cómo están viviendo, yo los hubiera cogido y me los hubiera traído a casa, pero entonces la justicia me lo hubiera hecho pagar, he sido paciente y he seguido todos los pasos que me han dicho, espero ahora que la orden de busca y captura sea el final de este infierno, solo quiero que mis hijos vuelvan y darles una vida feliz”, finalizó Manuel que ha compartido su historia a través de Facebook en un vídeo que ya cuenta con 150.000 reproducciones y numerosas muestras de apoyo especialmente en la ciudad que se ha volcado con la lucha de este padre coraje.