Le han concedido ahora el 50% de la reducción de la jornada laboral, a pesar de que siempre le han dado el 99%
Una enfermera del Hospital de Antequera ha denunciado que el centro hospitalario le «priva del derecho» de cuidar al cien por cien de su hijo de cinco años con diabetes tipo 1. Desde que a Gabriel le diagnosticaron la enfermedad en 2021, Maite Mañas ha contado con una reducción del 99% de la jornada laboral, pero esta vez le han concedido el 50%, algo que no concibe. «Ni la ley ni el informe médico del niño han cambiado. De hecho, señala que mi hijo necesita cuidados continuos, directos y permanentes las 24 horas del día», recrimina la madre.
El menor cuenta con un sensor de glucosa puesto en el brazo y una bomba de insulina que todavía no sabe gestionar. «Si Gabriel quiere comer, no sabe calcular la insulina que necesita. Si la bomba da algún error de obstrucción o de bajada o subida de glucosa, tampoco. Así que, si sufre una hiperglucemia o una hipoglucemia, no sabe corregírsela, ni tomar azúcar, ni ponerse insulina. Tiene que haber una persona formada en diabetes y todo eso en el colegio, por ejemplo, no lo tocan», detalla.
La última crisis que ha sufrido el menor fue justo hace una semana, cuando Maite se tuvo que incorporar al trabajo a jornada completa. «El niño llegó a estar en una cifra de 48. Un nivel de azúcar en sangre por debajo de 54 es una hipoglucemia grave. Por suerte, no llegó a perder el conocimiento. Pero la situación fue inhumana, el niño estuvo mal toda la mañana, y yo tuve que estar yendo y viniendo al centro de trabajo y tampoco se tomaron medidas preventivas», explica.
Según aclara Mañas, su marido y padre del niño también trabaja y renunció a la prestación para que se la pudiesen dar a ella. «Mi día a día es estar continuamente pendiente de Gabriel. La diabetes es una enfermedad grave por ley. Además, esta situación no es nueva, el centro ya la conoce».
Respuesta de Salud
Por su parte, desde la Delegación Territorial de Salud en Málaga han explicado que dado que en el momento actual el niño no se encuentra ni ingresado ni en una fase crítica del tratamiento, sino que de hecho está escolarizado con normalidad, y además no es la única cuidadora del menor, se le ha concedido una reducción de jornada del 50% para adaptar el horario a las necesidades de dicha unidad familiar. «Con la reducción de jornada del 50% y percibiendo el 100% de las retribuciones, dicha trabajadora trabajaría entre 9 o 10 días al mes. La profesional ha disfrutado de una reducción de jornada del 99%, percibiendo el 100% del sueldo, sin realizar actividad alguna en el Hospital de Antequera», han subrayado.
En este sentido, han destacado que la reducción de jornada por enfermedad grave queda regulada en el Decreto 154/2017, de 3 de octubre. Concretamente, en el artículo 5.2 de este Decreto, se recoge que el porcentaje concreto del permiso de la jornada de trabajo será fijado conforme a varios criterios, entre ellos que la minoración de la jornada laboral podrá ser de hasta un noventa y nueve por ciento cuando se trate de un ingreso hospitalario ocasionado por cáncer u otra enfermedad grave, así como cuando esté en fase crítica del tratamiento de acuerdo con el informe médico, tanto si éste requiere hospitalización convencional como hospitalización domiciliaria y en aquellos supuestos en que así se determine con fundamento en el informe del facultativo que atiende a la persona enferma.
No conforme con las explicaciones
No conforme con tales explicaciones, Mañas reitera que, aunque el niño esté escolarizado, eso no quita que no necesite esos cuidados, de acuerdo con el BOJA. «Mi hijo está escolarizado por ley, pero soy yo la que tiene que acudir al centro a realizar dichos cuidados. Mi marido, que es el otro cuidador, tiene que renunciar a la prestación para yo poder solicitarla. No podemos solicitar cada uno el 50% para que, cuando uno trabaje, el otro se quede con el niño, solo puede un progenitor».
Asimismo, Mañas señala que en la resolución oficial «no alegan por qué me han quitado el 99% que he tenido durante dos años. Yo no estoy de vacaciones, estoy cuidando a un menor con una enfermedad grave. Además, el informe médico fundamenta perfectamente la necesidad del 99% para la conciliación de las familias que tenemos niños con enfermedades graves. Yo soy la cuidadora, la que está formada en diabetes y mi hijo no tiene la capacidad para hacerlo solo», insiste Mañas, quien presentó la solicitud en base a las medidas cautelares y leyes que la amparan para poder volver a estar disponible siempre para su niño.