Profesionales del sector de la enseñanza de un total de 76 centros educativos de la provincia se reunieron el pasado lunes, 18 de noviembre, en el Museo Internacional de Arte Belenista de Mollina para celebrar una jornada de coordinación enmarcada en su programa de innovación educativa ‘Vivir y sentir el patrimonio’.

Durante el encuentro, profesorado de colegios e institutos, de centros de educación de adultos y responsables de residencias escolares han recibido información de esta iniciativa, que tiene como fin el favorecer el disfrute, conocimiento y comprensión de los valores históricos, artísticos, etnográficos y técnicos de los bienes culturales de un territorio. Además, la jornada también se convierte en un punto de encuentro para hacer contactos, mejorar proyectos e intercambiar experiencias y herramientas docentes para la divulgación del patrimonio.

“Es un programa que se trabaja en los centros, con el alumnado. Y la idea es que trascienda del ámbito educativo al entorno. Se trabaja con ayuntamientos, entidades culturales, asociaciones…”, ha comentado la coordinadora del Gabinete de Bellas Artes de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga, Ana Azuaga, responsable del programa en la provincia.

Durante el curso escolar, el programa celebra dos reuniones y en esta ocasión han elegido este museo, donde los asistentes han podido conocer de primera mano un espacio único en el mundo, dedicado a la difusión del belenismo y a la conservación y exposición de un arte que busca ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Más de 70 belenes y unas 2.000 figuras

La Fundación Díaz Caballero es la promotora del Museo Internacional de Arte Belenista de Mollina, que abrió sus puertas hace dos años y por el que han pasado más de 100.000 personas. Ubicado en el Polígono Casería del Rey de esta localidad de la comarca de Antequera, cuenta con más de 70 montajes, entre dioramas, cúpulas y belenes de gran formato; así como 12 escenas sobre la Pasión, sumando unas 2.000 figuras repartidas en ocho salas expositivas.

Como complemento a esta colección única en el mundo, los visitantes también puede ver en el patio exterior dos almazaras de aceite, aperos de labores agrícolas y cómo eran algunas estancias de una casa popular andaluza, tan típica de la comarca de Antequera.