Área de Gestión Sanitaria Norte de Málaga

Alrededor de unas 80 familias han sido atendidas en intervención multidisciplinar con atención pediátrica y apoyo psicológico por problemas de obesidad o sobrepeso en consultas de Pediatría del Área de Gestión Sanitaria Norte de Málaga.

Se trata de niños de entre 4 y 14 años que presentan obesidad y otra patología, en la que la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría lleva más de un año ofreciendo estas ayudas y que según los profesionales son “muy positivas”.

Datos

El pasado año, se atendió a en la Comarca a 588 menores por sobrepeso u obesidad en atención primaria siguiendo el Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía (PIOBIN).

De estos pacientes, un total de 80 fueron derivados a consultas especializadas por sus pediatras al presentar obesidad junto a comorbilidades como puede ser resistencia insulínica, sospecha de sospecha de síndrome metabólico, dislipemia, hipertensión arterial, apnea del sueño o en otros casos al presentar obesidad grave, definida como Índice de Masa Corporal (IMC) por encima de cuatro desviaciones estándar, que equivale en el adulto a un IMC mayor a 30.

Primera visita con el especialista

Una vez que el paciente es derivado al especialista en pediatría, este recoge los datos de anamnesis, incluyendo actividad física e historia familiar de factores de riesgo y se solicita una analítica para descartar enfermedades asociadas.

También, se le entrega a la familia una hoja de registro de alimentación de siete días, se realiza una exploración física descartando signos de obesidad secundaria y una antropometría completa.

De aquí, las familias pasan a ser atendidas en consultas de una  psicóloga y técnico de promoción de salud, que es la encargada de realizar una evolución de los hábitos de vida de la familia y trabajar la mejora de los hábitos teniendo en cuenta las circunstancias de cada familia, mediante el empleo de entrevista motivacional.

El fin es que se vean reforzadas la planificación familiar, la comunicación e implicación en el cambio de distintos miembros, la puesta en marcha de nuevos hábitos, y la mejora de estrategias sobre el control de la ingesta y el ejercicio físico en familia.

Resultados

La mejoría del peso en los pacientes “son claros”. En un año el 93,5% de los niños y niñas atendidas redujeron el IMC de forma significativa, de 5.08 desviaciones estándar de IMC como media la inicio a 3.78 desviaciones estándar de IMC tras el programa.

Con respecto al ejercicio físico, los resultados apuntan a que se incrementó notablemente y que la satisfacción e implicación familiar en el mantenimiento de los cambios realizados era mayor.

Dentro de las comorbilidades, que presentaban los pacientes, la más frecuente es la resistencia insulínica, la cual se presentó con una mejoría clínica en paralelo al descenso del IMC.

Los profesionales sanitarios abogan a que con la creación de una consulta en el Hospital de Antequera con un programa multidisciplinar centrado en la familia y la coordinación de profesionales entre atención primaria y hospitalaria ha sido posible estos buenos resultados.