Hay que ver como somos, casi siempre que nos resfriamos, o nos ponemos un poco pachuchos, nos creemos que somos unos verdaderos farmacéuticos. Yo creo que en más del 70 por ciento de hogares, tenemos una autentica botica.
No sé de quién será la culpa tal vez porque guardamos todas la pastillas que nos sobran de un tratamiento, o por el contrario por que los envases viene con más pastillas que dura el refriado (por ejemplo) Lo cierto es que cada vez que abrimos la puerta del mueble del salón donde aglutinamos los medicamentos, hasta de varios años, nos convertimos en médicos especialistas y decimos, de oca a oca y tiro por que me toca, así pues cogemos lo que queremos o lo que nos da la gana y a vivir que son tres días.
Y eso no es así, hay que ser objetivo y empezando por no amontonar los medicamentos en casa y terminando por no auto medicarse, haremos que seamos seres justos y coherentes a la hora de usar los fármacos. Solo los que están recetados por el médico o aconsejados por los farmacéuticos, son aptos para uso o consumo. También es de buen vecino devolver todo el medicamento sobrante después de un tratamiento a su farmacia, así como los que están caducados.