Siempre ellos
Por Paco Sánchez
Nacieron en el peor momento. Porque no hay peor momento para nacer que hacerlo en tiempos de guerra, más aun si se trata de una guerra entre hermanos, de padres contra hijos…. Muchos ni siquiera tuvieron tiempo de paladear el agridulce sabor del vivir. Otros ya eran supervivientes cuando la vida apenas les había dado el tiempo necesario para mantenerse erguidos sin la ayuda de unos brazos protectores. Pasaron hambre, sufrieron penurias, y aun así, levantaron un país con mucho esfuerzo y trabajo. Porque fueron ellos. No fueron quienes agitaban banderas y proclamaban su patriotismo a quien quisiera escucharlos. Bueno, y a quién no quisiera, también. Porque en aquella época no solo no se podía decidir lo que se opinaba, tampoco se podía elegir a quién se escuchaba. La suya era una generación de abnegados luchadores, hombres y mujeres acostumbrados a darlo todo sin esperar nada a cambio. Pero fueron felices. Quizás porque cuando la vida nos priva de casi todo, lo poco que nos queda cobra un valor especial. Tal vez porque lo poco se paladea más despacio que lo mucho.