La segunda y última de las jornadas taurinas en Antequera
comenzaba con la tristeza de conocer que finalmente el maestro y gran
revelación de la temporada taurina, Roca Rey no se recuperó a tiempo de su
percance en la Malagueta del pasado jueves, siendo sustituido por José Luis
Adame, triunfador de la corrida picasiana y en las Ventas.
comenzaba con la tristeza de conocer que finalmente el maestro y gran
revelación de la temporada taurina, Roca Rey no se recuperó a tiempo de su
percance en la Malagueta del pasado jueves, siendo sustituido por José Luis
Adame, triunfador de la corrida picasiana y en las Ventas.
Contratiempo, que no
privó de disfrutar de una de las mejores tardes taurinas en nuestro coso de la
última década, con toros de Salduendo que no defraudaron en su derroche de
bravura. Comenzaba el catedrático del toreo, Enrique Ponce, que bien no
encontró suerte en su primer toro, si lo consiguió en el segundo de su tanda
comenzando a sacarlo de las tablas al centro del ruedo poco a poco, como solo
saben hacer los grandes maestros como él, poniendo en pie al público que desde
2008 no lo veía por nuestro coso.
El sustituto de Roca Rey, no vino a Antequera
de paseo y con su excelsa faena honró la memoria de su paisano azteca «El
Pana», completos y variados quites de chicuelinas y verónicas con el
capote, continuando escribiendo pura poesía con la muleta en ambas faenas.
de paseo y con su excelsa faena honró la memoria de su paisano azteca «El
Pana», completos y variados quites de chicuelinas y verónicas con el
capote, continuando escribiendo pura poesía con la muleta en ambas faenas.
Para
terminar, demostración de torería del maestro Jiménez Fortes, auténtica pasión
torera que levantó sonoras ovaciones de los más de tres cuartos de plaza,
quites de chicuelinas y verónicas junto con gaoneras intercaladas con
tafalleras con el capote, combinado con auténtico control con ambas manos en el
arte de la muleta, hicieron que junto con sus compañeros de cartel, salieran
los tres por la «Puerta Grande» con dos trofeos cada uno, cerrando
una feria taurina que será recordado en el tiempo como la de la Cátedra Torera
de Ponce y Ventura en el coso antequerano.
terminar, demostración de torería del maestro Jiménez Fortes, auténtica pasión
torera que levantó sonoras ovaciones de los más de tres cuartos de plaza,
quites de chicuelinas y verónicas junto con gaoneras intercaladas con
tafalleras con el capote, combinado con auténtico control con ambas manos en el
arte de la muleta, hicieron que junto con sus compañeros de cartel, salieran
los tres por la «Puerta Grande» con dos trofeos cada uno, cerrando
una feria taurina que será recordado en el tiempo como la de la Cátedra Torera
de Ponce y Ventura en el coso antequerano.