Cuando la redacción de 4 esquinas, me propuso esta
colaboración. El primer planteamiento, fue el nombre de la sección, barajando
entre rincón o atalaya de la discapacidad. Comentándolo con un amigo, me decía
que Atalaya era como que muy pretencioso, y que rincón podía ser mas familiar. Uno
que ya está curtido en estos mundillos, y que ve como el discapacitado sigue
arrinconado, pues me parecía que arrinconarlo más era excesivo, y que muy por
el contrario había que sacarlo de esa triste situación. Por lo que mi sección
tratará de llevar al discapacitado del Rincón a la Atalaya más elevada de la
sociedad, de la discriminación, a la integración plena, con la firme apuesta
social que desde esta ATALAYA quiero pregonar entre nuestros lectores.
El discapacitado sigue arrinconado cuando se utiliza la sensibilización
social que produce como imagen de marketing comercial, sigue arrinconado,
cuando jugamos con su bajo nivel cultural por desgracia muy generalizado, cuando
no se les escucha, y mucho menos se les ayuda en las administraciones.
Sigue arrinconado, cuando asociaciones sin escrúpulos los
utiliza para explotarlos utilizando su fragilidad social y económica, siguen
arrinconados cuando la eliminación de barreras es se utiliza como argumento
electoral, y a posteriori, nos encontramos con ciudades repletas de bolardos en
los acerados, donde una silla de rueda tiene que hacer autentica exhibición de
agiliti, y donde un ciego se enfrenta al mayor reto diario, en un concurso de
apuestas donde el premio es un soberano golpe en la rodilla, por no mencionar
otros lugares mas nobles.
Desde esos rincones, hasta la atalaya queda un tremendo
recorrido, cuesta arriba y cargados, que pudiera parecer que estamos corriendo
la vega en plena semana de Pasión.

Manolo Bocio

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