Estudiantes y docentes estaban llamados este jueves a una huelga en la Educación Pública para protestar sobre Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y los recortes de la Administración en este ámbito. Unos paros que han tenido seguimiento dispar entre el alumnado y el profesorado, así como entre los institutos y los colegios de Antequera.
En estos últimos apenas se ha secundado esta huelga, convocada por la Plataforma Estatal por la Defensa de la Escuela Pública, integrada por sindicatos y organizados de todos los sectores de la comunidad educativa. Tan sólo habido más incidencia en el Colegio Rural Atalaya -que da servicio a las pedanías de La Higera, La Joya y Los Nogales- donde han faltado hoy dos tercios del alumnado. Por contra, tan sólo lo han hecho 3 de los 17 docentes del centro.
Para el resto de los colegios del municipio está siendo una jornada «con normalidad», como han señalado a Las 4 Equinas desde el CEIP ‘Romero Robledo’. De hecho, sólo han secundado los paros una persona en el ‘León Motta’.
Tampoco ha habido un seguimiento generalizado por parte de los docentes de los institutos de Educación Secundaria públicos Antequera. De los tres centros, sólo se han sumado 5 de los más de 80 docentes que imparten clases en el ‘Pedro Espinosa’.
En el alumnado de Secundaria sí se ha repetido el apoyo masivo a la huelga, tal y como ya ocurrió en las protestas contra las ‘reválidas’ el pasado mes de octubre. En el mayor respaldo se ha visto en el Instituto ‘Pedro Espinosa’, con cerca del 90% de los estudiantes, según han confirmado a este medio. En el IES ‘José María Fernández’ el apoyo ha sido de casi del 75%, mientras que ‘Los Colegiales’ no han acudido a clase torno a un 80% de los estudiantes de ESO y Ciclos formativos, aunque sobre el 20% en el caso de Bachillerato. Según ha apuntado desde el centro, el motivo de esta diferencia se debe fundamentalmente a que la mayoría no prefiere perder clases a estas alturas del curso, sobre todo los de segundo.
Como en el anterior paro, la plaza de Castilla volvió a ser el punto de encuentro de los estudiantes para mostrar sus protestas. Esta vez acudieron menos a la concentración, en la que han estado acompañados por miembros de Podemos y Equo, pero sí quisieron dejar claro sus reivindicaciones, con la lectura del manifiesto conjunto de la Plataforma Estatal por la Defensa de la Escuela Pública.
Consideran que el Pacto por la Educación «no deja de ser una mentira más» y lamentan que la promesas que se han hecho desde la Junta de Andalucía para oponerse a los recortes que llegan desde la Administración central estén cayendo «en saco roto». Es más, han recordado que ya el Gobierno andaluz comenzó a dedicar menos recursos para Educación antes incluso de que implantara la LOMCE, provocando descenso de los presupuestos de los centros, la reducción de plantillas, el aumento de ratios o retrasos a la hora de contratar sustitutos.
Los estudiantes reclaman a todos los sectores de la comunidad educativa, incluidos sus madres y padres, que se sumen a las protestas para reclamar la derogación de la LOMCE, el aumento de los presupuestos para Educación, recuperar un sistema de becas «que garantice la igualdad de oportunidades, y el fin de las práctica no remuneradas en los Ciclos formativos y la Formación Profesional.
En el manifiesto también reclaman «estabilidad del personal interino» y la «dignificación de las condiciones laborales del profesorado» y la puesta en marcha de las líneas que se hayan cerrado en los centros públicos, «además de la recuperación del papel de toda la comunidad educativa».
Apoyo del PSOE
El PSOE de Antequera también ha querido mostrar su apoyo a esta huelga por la Educación Pública. «Creemos que una ley educativa debe contar con un diálogo profundo y un amplio apoyo, algo que el Partido Popular ha decidido ignorar, ya que la LOMCE pasa por encima del modelo competencial de las Autonomías y ningunea a la Comunidad Educativa», ha manifestado la secretaria general del partido, Pepa Arranz.
Para la dirigente socialista, el PP ha llevado a cabo en los últimos años «la peor política educativa de nuestra historia nacional», basándose en la aprobación, «sin ningún tipo de consenso», de la LOMCE y los recortes en este ámbito.