El enraizado cofrade antequerano, el periodista Daniel Herrera, hijo del que fuera hermano mayor de la cofradía del Socorro entre 1993 y 1998, Daniel Herrera, y María del Carmen Checa -la actual camarera de Nuestro Padre Jesús Nazareno tras 40 años al frente del cargo-, realizó una elaborada presentación del tradicional acto de presentación del paño de la Santa Mujer Verónica que procesionará el Viernes Santo en el trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El intimismo, la devoción y la admiración por sus titulares y sus hermanos de cofradía se combinaron en una presentación, que se tornó exaltación por momentos, de intenso sabor antequerano y de homenaje sentido al recientemente fallecido Daniel Herrera padre.

Herrera comenzó dando gracias a Nuestro Padre Jesús Nazareno, por la familia a la que pertenece, por haberle acompañado en importantes momentos de toda su vida o por haberle posibilitado estar en su cortejo. «Lo importante es la obra, esto no es un pregón», inició el cofrade que se sintió agradecido por el encargo. Recordó que acompañar a su madre en las labores de camarera la recuerda como un juego cuando era niño, labor que no deja de emocionarle cada vez que tiene el «privilegio de situarse junto a su hermoso rostro».

El que fuera Hermano Mayor del Trono hasta este pasado Viernes Santo de 2016 fue propuesto por su propio padre al que dedicó el pregón, como destacó en el inicio de su presentación conmoviendo a los asistentes ya desde el primer minuto. En todo momento realizó una visión retrospectiva de su relación con el Nazareno «y sin darnos cuenta ese niño que creció junto a tu túnica se olvidará de todo lo que le rodea y fijará su atención en tu dulce mirada». «Nazareno del portichuelo rostro sereno del barrio, humildad en tu semblante mientras subes al calvario, la Santa Mujer se arrodilla a su paso, lo hacen todos los fieles cuando, ayudado por el Simeón, pasea por Antequera el Rey de Reyes», exaltó Herrera. Y mientras, recordaba que aquel niño que andaba agarrado de la mano de su padre que soñaba ya con acompañarle como hermanaco, como ahora intenta él trasmitirle a sus hijos. «Desde mi abuelo Juan, los Herrera siempre hemos sido de Arriba», rememoró con orgullo mirando al lugar donde se encuentran las cenizas de sus ancestros. Tuvo palabras de elogio para los hermanos mayores de su etapa en la cofradía y también a los hermanacos, ejemplar «grupo de fieles».

Herrera relató con un realismo sobrecogedor el cortejo de la noche del Viernes de su cofradía desde el desfile de armadilla hasta el momento de la salida procesional con nombres y descripciones que identificaron sin dificultad los 72 hermanacos, algunos de ellos allí presentes, y otros directivos de la hermandad del Barrio del Portichuelo. Herrera demostró en su relato usando el estilo de los reportajes que elabora en prestigiosos medios de comunicación malagueños, como Efe o La Opinión de Málaga, el conocimiento de cada minuto de la estación penitencial de una hermandad que aglutina «cuatro siglos de arte, fe y tradición».

En ese momento inició el cometido principal de la presentación realizando un recorrido por momentos inéditos del currículum de Santiago Mejías, una «persona idónea» para la realización de este paño «su sentimiento antequerano y el amor a su Semana Santa». «El paño de 2017 tiene algo» que sólo puede plasmar alguien que ha tenido una vida tan integrada con la Agrupación, la cofradía de La Paz y otras hermandades con las que ha colaborado en presentaciones de carteles, por ejemplo, textos de los que rescató fragmentos. La obra fue descubierta por sus hijos «sus dos campanilleritos de lujo», el autor y su madre, la camarera.

Junto al paño ya descubierto destacó cómo la obra, que se le encargó hace dos años, combina la dificultad del acrílico sobre un lino pero ganando ligereza para que cumpla a la perfección con su cometido. Un nazareno pálido enfatizado en tonos azules. Imagen con la que ha «contribuido a acercar a todo un pueblo  un ejemplo de fe de quien no pudo reprimir su impulso de enjuagar el rostro de un Cristo ensangrentado ante el martirio y la injusiticia que aún hoy padecen muchos cristianos en países donde aún hoy son perseguidos.

La Archicofradía del Socorro de Antequera finalizó el pasado fin de semana sus cultos cuaresmales a sus Sagrados Titulares, habiendosele realizado solemne triduo en su honor. El último día, finalizaron los mismos con solemne besapié a Jesús Nazareno, quien el Viernes Santo sale en un trono acompañado con un grupo escultórico formado por Simón de Cirene y la santa mujer Verónica.

Es por ello, que cada año, la Archicofradía estrena paño que realizan diferentes artistas del género pictórico. Para este año, la corporación nazarena decidió que fuera el antequerano Santiago Mejías Díaz el encargado en pintarlo.

El acto estuvo amenizado por al banda de música de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Almogía, integrada por 70 músicos. Soledad de Almogía, Himno de la Coronación y Esperanza, Nuestro Padre Jesús, Malagueña Virgen de la Paloma y Socorro Reina del Portichuelo fueron las marchas intepretadas por la afamada banda dirigida por Juan Alberto Gómez,

Al acto asistieron personalidades entre los que se encuentran el alcalde de Antequera, Manuel Barón, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Ruiz, y directivos de la cofradía y del presbiterado.

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