El Teatro Municipal Torcal de Antequera ha acogido en la mañana de hoy la entrega de los premios para los ganadores del proyecto desarrollado en Antequera ‘Design For Change’. Así, han recibido una mención especial el Colegio Vera Cruz por su trabajo ‘Quiero a mis amigos’ y el Colegio María Inmaculada por ‘Flores locas, chaladas, vamos a llenar nuestro cole de color y alegría”. De otro lado, el primer premio ha recaído en el colegio Nuestra Señora de la Victoria por el proyecto ‘Los latidos de la Victoria’, mientras que el segundo premio ha ido a parar al colegio León Motta por ‘Jugar es más divertido si respetamos las normas’.
Durante los meses de abril y mayo, Antequera ha sido la primera ciudad de España en la que sus niños de cinco años, de todos los colegios de la ciudad, públicos y privados, menos uno, han empleado una nueva metodología de aprendizaje, que les hace protagonistas y les empodera comprometiéndoles en la mejora y transformación de sus personas y contextos sociales. Les inspiran y mueven dos sencilla palabras: “Yo puedo”.
Este innovador modelo de enseñanza surge en la India en el 2009, de la mano de Kiran Bir Sethi, su fundadora. En muy pocos años se ha expandido por más de cuarenta países. ‘Design for Change’ es un movimiento internacional, sin ánimo de lucro, cuyo objeto es ofrecer a niños, niñas y jóvenes la oportunidad de poner en práctica sus propias ideas para cambiar el mundo desde su propio entorno.
Así, Kiran, desde su Escuela ‘Riverside’ en Ahmedabad, inspiró a los niños de toda la India a participar en un proyecto de una semana para cambiar un aspecto de su vida dentro de su propia comunidad, para hacerles sentir protagonistas de este cambio. Un cambio de paradigma del “¿Puedo hacerlo?” al “¡YO PUEDO!”.
Aquí, en Antequera, los estudiantes de Magisterio de Segundo de Educación Infantil, formados en esta metodología, con la colaboración de sus profesores y de Design For Change España y de Fundación Telefónica, han desarrollado dieciséis proyectos en los centro infantiles de cinco años de la ciudad. Cada jueves, de nueve a once de la mañana, las diferentes aulas trabajaron el proyecto que los niños y niñas habían identificado y diseñado. Ellos tomaron conciencia de que el cambio es posible y lo pueden realizar.
Basta confiar en ellos para que la magia se produzca. En un ambiente de empatía, esa confianza creativa fluye. Consiste en un proceso simplificado de la metodología conocida como Design Thinking o pensamiento de diseño, facilitado en los colegios por los profesores, los niños y las niñas trabajan en equipo para transformar un aspecto de su entorno que les gustaría mejorar.
Los proyectos están organizados en cinco etapas (siente, imagina, actúa, comparte y “evolúa”) que ayudan a navegar por su desarrollo, desde la identificación de un desafío hasta la generación de ideas, el paso a la acción y la comunicación del trabajo realizado.

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