Miguel Ángel Molina fue el encargado de realizar el sábado su oración públicamente, en unos cultos que fueron organizados por la cofradía de la Pollinica y que se extendieron durante tres días.

La iglesia de San Agustín de Antequera ha acogido durante este fin de semana la celebración en torno a la festividad de la Virgen de Consolación y Esperanza. El viernes, devotos y visitantes pudieron encontrar el templo abierto ininterrumpidamente desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde para venerar a la Sagrada Imagen, a la cual se le dedicó solemne Eucaristía, que estuvo oficiada por el arcipreste, Antonio Fernández.

Durante las jornadas del sábado y el domingo, la cofradía de la Pollinica abrió las puertas de su templo por la mañana para continuar con la veneración a la Sagrada Imagen, así como el sábado por la tarde, el hermanaco Miguel Ángel Molina fue el encargado este año en realizar públicamente su oración.

Para la ocasión, la Virgen de Consolación y Esperanza se encontraba en el altar mayor con su manto y corona procesional que porta cada Domingo de Ramos.