De fuentes de toda credibilidad así me lo contaron, que cierto día, cuando mas brillaba el sol y los campos abastecían con generosidad a los seres vivos de la tierra, y cuando la paz y la felicidad era fiel testimonio de gratitud. Había sin embargo, un sujeto que echaba por tierra todos los valores conseguidos por la gente de bien.
Aquel ser que, que incompetente y sin sentido común, era capaz de fastidiarlo todo lo que le parezca. Si, así me lo contaron y yo tengo que decir que hay seres que lo dan todo con su profesionalidad, en la ayuda a las personas que nos acaecen día a día. Pero no queda así, también todas las personas que no tienen nada que hacer, solo protestar por todo, ya podían meterse en sus asuntos y no donde no los llaman.
Por ejemplo: que hablen de lo que sepan a ciencia cierta, vayan a equivocarse y entonces se puede liar. Por supuesto que hay personas “las menos” que dejan mucho que desear, pero ¡ojo¡ vaya que con el afán de decir bien las cosas te equivoques y entonces, ya te lo contare yo.