El retorno a Plata del balonmano antequerano se produjo en Pontevedra

Con la ilusión por bandera y tras trabajar casi dos semanas de manera concienzuda en la preparación del sector de ascenso visionando y tocando aspectos directos de los que iban a ser sus tres rivales en día y medio de competición, el BM. Los Dólmenes afrontaba un largo viaje en la jornada del jueves a tierras gallegas, en concreto a Porriño, donde casi sin tiempo siquiera para poder entrenar sobre la pista de juego iba a encontrarse con tres rivales, de Viernes a Domingo, con un mismo objetivo el lograr el primer puesto de la fase para asegurarse una plaza en Plata la venidera temporada. Ni que decir tiene que todo el esfuerzo, trabajo y resultados que le dieron esa cifra de records en el ejercicio regular ahora ya carecía de valor siendo en estos tres partidos en los que se jugaba el todo por el todo de la campaña. Porriño, Trapagarán del País Vasco y el BM. Santoña cántabro venían a poner cara a una parte del campeonato, la más atractiva y emocionante que para los de Lorenzo y Darío se iniciaba en la noche del viernes con un primer partido vital ante los anfitriones. Un encuentro que comenzaba para ambos sabedores de lo mucho que significaba ya de inicio sumar dos puntos. Los antequeranos pusieron el control del juego desde el comienzo logrando ventajas de hasta cuatro goles que fueron posteriormente limadas por los de casa que a pesar de todo se fueron al descanso con desventaja (11-13).
Una brillante defensa en la reanudación hizo que Los Dólmenes empezaran a marcar claras distancias que al ecuadro del period ya eran de siete tantos, para concluir el choque con un expeditivo (20-30), que dejaba pocas dudas por el camino.
La segunda piedra en el camino del objetivo representaba para los antequeranos el duelo ante el equipo vasco del Trapagarán. Un rival repleto de gente joven que puso muy complicado en todo el lance la continuidad del sueño. Un 16-15, al descanso dejaba advertir una igualdad que siguió manteniéndose en la reanudación aunque la gesta volvieron a completarla los de Lorenzo y Darío que vencieron (30-28).
El duelo ante Santoña sería el definitivo, el que podía separar la gloria de la decepción. Un choque intenso desde el primer momento con un cuadro antequerano que aún y a pesar de ser el que menos descanso había tenido de los cuatro participantes llevó la manija del primer tiempo gozando de ventajas estrellas pero que llevaron el duelo a un abierto (12-10). En la segunda mitad la tensión defensiva hizo el resto para que las distancias se abrieran más llegando hasta una máxima diferencia al final del choque con el (27-19).

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