Bobadilla Estación, conmemoró este domingo día 11 de junio el Corpus Christi o festividad en honor al cuerpo y la sangre de Cristo presentes en la Eucaristía.

Como es costumbre, los habitantes embellecieron sus hogares, transformándolos en altares de arte sacro. Flores, mantones y cintas multicolores adornaron los balcones y ventanas, dispuestos con esmero para crear un ambiente festivo.

El párroco local, Carlos Julián Román Jiménez, ataviado con sus vestiduras litúrgicas, encabezó la procesión portando la custodia con la sagrada hostia. Tras él, los vecinos caminaron entonando cánticos religiosos.

El recorrido representó diferentes escenas bíblicas relacionadas con la vida de Jesús y su pasión.

Además, es relevante mencionar que, de acuerdo con la tradición arraigada en Bobadilla Estación, la procesión del Corpus Christi siempre ha contado con la participación de los niños que han realizado su Primera Comunión durante el año.

Estos pequeños, vestidos con sus trajes blancos y portando cestas de pétalos de flores, añaden un toque especial de inocencia y pureza a la celebración. Sin embargo, este año ha sido una excepción, ya que ningún niño ha realizado su Primera Comunión, lo que ha generado una ausencia en la imagen tradicional de la procesión.

A pesar de la falta de los niños que suelen acompañar la procesión, los habitantes de Bobadilla Estación han demostrado una gran capacidad de adaptación y resiliencia ante este cambio. Aunque se extraña la presencia de los niños, han encontrado otras maneras de mantener viva la esencia y el significado de la festividad. Han redoblado sus esfuerzos para embellecer los altares y han enriquecido la procesión con su fervor y devoción, siempre recordando la importancia de celebrar el Corpus Christi.