El Viernes de Dolores ha inaugurado la Semana Santa de Antequera, que se celebra tras dos años de pandemia. Esta celebración tan especial de Bobadilla Estación consigue, año tras año, atraer a multitud de devotos que no dudan en trasladarse a la localidad para acompañar a la cofradía.

El paso, que tuvo su inicio a las ocho y media de la tarde, recorrió la Plaza Virgen de los Dolores, Carretera Antequera, Avenida Andalucía, Calle San Isidro, Plaza de España, Carretera Antequera, Plaza Virgen de los Dolores y su templo. El encierro se trasladó a la madrugada, en torno a las una y media de la mañana.

Pese a que el año pasado se pudo realizar una misa y se llenó la iglesia de flores para animar un poco la situación, este año por fin se ha podido salir y recorrer las calles de la localidad, trayendo consigo multitud de novedades como el adorno floral del Cristo o la Medalla de oro que portó la Virgen y la rosa de plata, gracias a la generosidad de los hermanos.

En 2020, año en el que se desató la pandemia, ante la imposibilidad de realizar la procesión, la policía local de Antequera consiguió animar un poco la situación, tocando el claxon por diferentes puntos del municipio. Además, a las ocho y media de la tarde, hora tradicional de la salida, sonaron las campanas de la Iglesia, lo que consiguió que muchos vecinos se acercaran a la puerta del templo con una vela para rezar el Rosario y pedir por los enfermos de Covid-19. 

Así pues, las calles, los balcones y cada rinconcito de Bobadilla ya huele a Semana Santa, que se pudo celebrar, esta vez sí, de manera tradicional.