Un primer grupo formado por seis efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos  tiene previsto llegar a la isla el próximo 29 de noviembre

Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga viajarán, en principio, cada cuatro semanas, a la isla de La Palma durante los próximos meses para colaborar en las labores de rescate, limpieza y demás tareas operativas que determine la coordinación de emergencias del Cabildo de La Palma. El presidente provincial, Francisco Saldo, se ha comprometido a mantener esta colaboración «todo el tiempo que sea necesario para paliar en la medida de lo posible las consecuencias de esta catástrofe natural» que está provocando la erupción del volcán Cumbre Vieja.

De esta forma, un primer grupo formado por seis efectivos del CPB tiene previsto llegar a la isla el próximo 29 de noviembre y permanecer allí al menos durante una semana. Una vez en la isla, formarán parte de los grupos de intervención de emergencias para acometer todas las actuaciones que se soliciten, como puede ser el rescate de personas y animales, labores de limpieza o retirada de obstáculos, entre otras.

Tendrán a su disposición un vehículo de Lanzarote «y pasarán a formar parte íntegramente del dispositivo de emergencias de Canarias”, especificó el presidente provincial, que indicó que el CPB gestionará el traslado de los efectivos, que llegarán a Tenerife y de ahí en barco hasta La Palma. «Es lo menos que podemos hacer para ayudar a tantos y tantos vecinos de La Palma que ya durante demasiadas semanas ven como sus casas, sus terrenos, sus pueblos, van desapareciendo conforme avanza el magma y la lava. Ahora la prioridad es la prevención y evitar que haya pérdidas humanas, y el Consorcio Provincial de Bomberos estará ahí para ayudar», ha valorado Salado.

A lo largo de su trayectoria, el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga ha colaborado en labores de rescate y ayuda en catástrofes naturales en diferentes puntos del planeta. Entre las más recientes, cabe destacar su implicación en las labores de rescate en el terremoto de Beirut, en el verano de 2020; en el de Italia, en el verano de 2016; y en las inundaciones de Perú, en la primavera de 2017.