nanochip cerebral
Este tipo de noticias me hacen reflexionar sobre el futuro, y sobre como la tecnología avanza a pasos cada vez más grandes… El nanochip cerebral
con wifi goza de todas las papeletas para convertirse en el sustituto de los
móviles inteligentes aunque ahora sea impensable, esto es lo que ha asegurado recientemente
Jenaro García, fundador de Gowex, empresa española especializada en creación de
ciudades conectadas sin cables a Internet.
Piensa que el futuro
está sin duda en los propios ciudadanos, que dispondrán de dispositivos como
microchips en el cerebro, que les evitarían tener que cargar con artefactos en
las manos. La ventaja del microchip cerebral es que evitará mirar continuamente
a algo y liberará al usuario de cargar con dispositivos en las manos. Aunque
«da miedo pensar en ello», está «convencido» de que será
así, y las empresas están entrando ya en ese nuevo mercado, con el diseño de
nanotecnología especial para ello. Aproximadamente el 10% del tiempo «que
pasamos despiertos lo pasamos mirando una pantalla» de algún dispositivo,
según informes recientes, ha recordado García.
La ventaja del
microchip cerebral es que evitará mirar continuamente a algo y liberará al
usuario de cargar con dispositivos en las manos, que se pueden perder u olvidar
en cualquier lugar. La gente «se escandaliza» y se asusta cuando se
habla de estas cosas que supondrían «el culmen» del «ciudadano inteligente».
Cómo será y qué se podrá hacer con él Ha descartado que vaya a ser una memoria
USB o similar lo que se incruste en un futuro en la cabeza, aunque será un
sofisticado dispositivo de dimensiones mínimas con conexión wifi; el usuario
decidiría libremente cuándo usarlo, y sus ventajas serían infinitas, ha
añadido.
Por ejemplo, podría permitir cosas como
entender a otra persona con distinto idioma, al permitir acceder a Internet
para una traducción automática mientras se conversa. En general, ha dicho,
facilitaría el acceso a todo tipo de documentación en la Red y en tiempo real:
datos biográficos de una persona a la que se acaba de conocer, documentación
sobre un producto que se quiera comprar, etc. También, funcionalidades ya
posibles con el uso de ciertos accesorios inteligentes; por ejemplo, control y
seguimiento de parámetros biológicos, estado de los órganos vitales, y otros
muchos fuera de la salud, como llamar directamente a un taxi o conocer el
estado de tráfico de las calles de la ciudad.

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