Según el sindicato, la carga de trabajo es excesiva para el único repartidor del municipio, lo que ha provocado una acumulación de 4.000 cartas pendientes de reparto

CCOO-Correos de Málaga ha alertado del abandono del servicio público de Correos en varios municipios de la provincia, entre los que se encuentra Campillos. Según el sindicato, en Campillos hay una acumulación de 4.000 cartas pendientes de reparto y a día de hoy la empresa cuenta con un solo repartidor para toda la localidad de 8.500 habitantes, «cuando debieran ser 4», detallan en un comunicado.

Según CCOO, esto se debe al recorte en la contratación que está llevando a cabo la empresa y que está dejando sin cobertura jubilaciones, bajas médicas, vacaciones y otros permisos retribuidos de la plantilla de manera generalizada. «Se trata de una situación que este sindicato ha denunciado ante la propia empresa en numerosas ocasiones mediante escritos y conversaciones con los responsables de las áreas afectadas, sin que se haya puesto solución hasta el momento, a pesar de su gravedad».

CCOO ha advertido de que no se están teniendo en cuenta «las cargas de trabajo que asumen los empleados de Correos, quienes están trabajando a marchas forzadas y en una situación insostenible al verse obligados a realizar el reparto de aquellas zonas sin cobertura, además de las propias, lo que supone duplicar o triplicar el trabajo asignado a cada cartero», han denunciado. «Unas circunstancias que van aparejadas al aumento de los niveles de estrés y ansiedad y también al incremento de los accidentes laborales«.

Además, el sindicato ha considerado que todas estas deficiencias suponen un grave perjuicio para los vecinos de los municipios afectados, ya que no están recibiendo a tiempo, y en muchos casos fuera de plazo, sus cartas y notificaciones de las diferentes administraciones públicas, entre las que se encuentran citas médicas, resoluciones de la Seguridad Social, prestaciones por desempleo, pago de tasas, pensiones, etc.

Por último, CCOO ha atribuido esta actitud de la empresa a «una estrategia de desmantelamiento que pretende pasar del actual modelo público y postal a uno de logística y de negocio, allanando el terreno para una posible futura privatización«, han indicado.