Cada persona posee un sistema inmunitario distinto al resto, unos pueden pasar por varios resfriados durante el invierno y otros pueden no enfermar durante todo el año. A medida que se cumplen años, el sistema inmunitario se hace más fuerte, es por ello que es más común encontrar resfriados en niños que en personas adultas, puesto que para los más pequeños todos los virus resultan una novedad. Un sistema inmunitario veterano ha aprendido a reconocer a muchos de los invasores y a combatirlos, pero solo hasta cierto punto, porque también envejece y paulatinamente responderá peor a las agresiones.
Por esta razón es conveniente preparar al cuerpo para tratar de reforzar el sistema inmunitario y que éste funcione manteniendo un equilibrio general saludable. Algunos de los consejos que se pueden cumplir para lograrlo son los siguientes.
Hacer ejercicio cada día
No conformarse con dar un paseo, sino llevar una verdadera vida activa, practicando deporte a diario. El ejercicio es la base de una vida saludable ya que mejora el sistema cardiovascular, reduce la tensión arterial y ayuda a mantener el peso, es decir, contribuye a la buena salud y, por tanto, a que el sistema inmunitario funcione mejor.
No fumar
Y evitar también el tabaquismo pasivo. El humo del tabaco, y recientemente se está probando que también el vapor perfumado de los cigarrillos electrónicos, son causa de numerosos problemas de salud, incluidos los resfriados.
Dormir las horas necesarias
Procurar una buena calidad de sueño y durante el tiempo requerido cada día es un factor de salud. Una pequeña siesta también es recomendable.
Llevar una dieta saludable
Mantener el peso óptimo mediante una dieta equilibrada, con abundancia de frutas y verduras, ricas en vitaminas, contribuye al normal funcionamiento de sistema inmunitario.
Beber muchos líquidos
Ayuda a que el sistema inmunitario funcione correctamente, pero no cualquier líquido, sino básicamente agua, infusiones y caldos no grasos.
Los antibióticos, solo con prescripción médica
Los antibióticos no combaten los virus, que son los que causan gripes y catarros. Son útiles contra las infecciones bacterianas, pero están dando lugar a un creciente problema de resistencia, así que jamás deben tomarse si no los receta el médico.
No tomar alcohol o hacerlo solo con moderación
El mito de que el vino es cardiosaludable no está demostrado, sin embargo, los efectos adversos del alcohol en la salud y, por tanto, en el sistema inmunitario, sí.
Vacunarse contra la gripe y la neumonía
La vacuna previene entre el 70 y el 90 por ciento de las gripes y, aunque este porcentaje baja en las personas mayores, es importante vacunarse porque las infecciones respiratorias, la gripe y la neumonía son una de las principales causas de muerte en mayores de 65 años.
Tomar vitamina C
Aunque existen multitud de estudios que prueban y desmienten si la vitamina C previene el resfriado lo que sí parece demostrado es esta vitamina tienen un efecto moderado en el alivio de los síntomas del resfriado común.
Abrigarse
Cuando la temperatura corporal baja, nuestras defensas se debilitan y es más fácil enfermar por lo que ir abrigado nunca está de más.
Rebajar el estrés
Muchas enfermedades están relacionadas con los efectos del estrés emocional continuado por lo que no está de más tratar de bajar nuestro nivel de estrés diario.
Intensificar las medidas de higiene
Lo mejor para no tener gripes ni resfriados es evitar el contagio, su transmisión se produce por el aire, y en menor medida por contacto directo con personas afectadas. Los virus pueden vivir hasta 24 horas en superficies metálicas o plásticas. Una de las principales vías de contagio son los picaportes de las puertas, los pasamanos, los carritos, los agarradores del metro y del autobús. Por ello recomiendan lavarse las manos muy a menudo y siempre al llegar a casa. Además, hay que llevar en el bolso desinfectantes líquidos para utilizar cada vez que sea necesario.
Información obtenida de www.nutritienda.com