El ayuntamiento de Campillos está investigando desde hace tiempo la legalidad y salubridad de los residuos que están causando un olor irrespirable en el municipio. Al parecer, están producidos por el uso de distintos productos para el abonado agrícola.

Con respecto a esto, Francisco Guerrero, el alcalde, ha contactado con la Unidad de Protección de la Salud de Antequera para mostrar su inquietud respecto a esta situación y solicitándoles la elaboración de un estudio de calidad del aire en el municipio. Desde salud se les ha informado que la autoridad competente en esta materia es la Consejería de Medioambiente.

En consecuencia, el pasado 25 de septiembre, el alcalde se reunió con el Delegado Provincial de Medioambiente de la Junta de Andalucía para tratar, entre otras cosas, su preocupación por el tema de los olores e incluso de la salud. A pesar de que se le trasladó que tanto los residuos de depuradoras como los purines para uso agrícola están regulados, controlados y autorizados por la Consejería de Agricultura de la Junta, este solicitó la elaboración de un estudio de calidad del aire en la localidad. A esto, el Delegado Provincial respondió que se pidiese por escrito y que lo trasladaría a Sevilla para que se personasen los técnicos para hacer dicha evaluación.

Además, el 27 de septiembre, el Ayuntamiento de Campillos remitió un escrito de solicitud a la Consejería de Medioambiente para que se elaborara dicho estudio con el objetivo de determinar cuál e la calidad del aire que se respira y tranquilizar a la población desde el punto de vista de la salud.

Aún así, el alcalde entiende que » debe haber una conciencia por parte de algunos agricultores de que sus prácticas de abono de las tierras están teniendo una repercusión en la vida de la ciudadanía del municipio, convirtiéndolo en inhabitable. Desde el equipo de gobierno entendemos que es perfectamente compatible una agricultura sostenible con la garantía de una calidad de vida en Campillos.»

También afirma que va a seguir «haciendo todas las gestiones con la Consejería de Medioambiente y Agricultura de la Junta de Andalucía para que se elimine este problema de la localidad, ya que su población está cansada de malos olores.»