Una acción de Cristóbal Ortega durante e3l partido ante los gallegos

La primera derrota en liga del Conservas Alsur BM. Los Dólmenes en su desplazamiento a Santander, hecho previsible por la entidad del rival, con el añadido de que los antequeranos vendieron muy caro ese primer traspié no sirvió más que durante, la semana precedente, para volver a cargarse de ilusión y de trabajo máxime cuando entre Sin fin y el siguiente choque liguero en casa estaba el paréntesis copero del Asobal, Ángel Ximénez en el «Argüelles». Lorenzo y Darío trataron de dosificar bien a su plantilla para esos tres partidos tratando en buena lógica de ofrecer lo mejor en cada uno de ellos pero sabedores de que el gran objetivo en la temporada tiene dos nombres «Liga» y «Permanencia». La llegada de un gallego remozado y distinto al de la pasada campaña, caso del BM. Cisne volvía a poner el listón alto por lo que se refiere a rivales cualificados. La salida concentrada de los antequeranos les dió pronto un 3-0, de parcial con una defensa contudente y contraatque demoledor. En todo caso los gallegos no perdieron el sitio en la cancha y sabedores de sus opciones dejaron poco a poco la impronta de ser un cuadro con argumentos y recursos. Todo el primer acto fue de iniciativa antequerana hatsa que en los último minutos las imprecisiones en ataque y el pase constaron a los de Lorenzo que su rival se fuese al descanso con ventaja (14-15).

Un cuadro local de nuevo más enganchado de inicio en la reanudación propició tomar de nuevo el mando del partido y merced a un mejor acierto defensivo y un ataque con Nacho Soto y Alberto Castro efectivos lo que les llevó a no perder ya el dominio en el lance propiciando también que con el paso de los minutos los nervios fuesen haciendo mella en un rival que en ataque estuvo más remiso. Un 26, 23, en el ecuador del segundo tiempo permitió poder empezar a ver con más claridad el fin del partido aunque es cierto que los de “Jabato”, jamás arrojaron la toalla y vendieron hasta el último segundo muy cara su derrota con un Dani Ramos en el pivote que también ocasionó problemas a la defensa rival.

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