Uno de los abogados de la soldado, Manuel Rincón.

Un juzgado militar ha citado a declarar este martes al enfermero del Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla, anejo de la localidad de Anquera, que invitó a una soldado a presentar denuncia por una supuesta agresión sexual por parte de sus compañeros. Asimismo, comparecerá también la médico forense que examinó a la mujer por instrucciones de la propia titular del Juzgado Togado Militar Territorial número 21, con sede en Sevilla.

Continúan de esta manera las citaciones, uniéndose estas a las que tuvieron lugar en la pasada semana, cuando declararon, en un careo, dos soldados testigos de una de las agresiones sexuales denunciadas ante la Policía Nacional por parte de la militar, que se encuentra de baja y no acude al cuartel desde que puso en conocimiento de los agentes los hechos presuntamente ocurridos.

La soldado hizo una primera denuncia por unos hechos sucedidos el 10 de diciembre -día en el que se conmemoraba la festividad de la patrona del Ejército del Aire, Nuestra Señora de Loreto-, en la que señalaba que habría sido drogada cuando estaba en un bar con compañeros. Posteriormente, la ha ido ampliando conforme ha recordado detalles, aludiendo en la última denuncia de 16 de enero a la presencia de dos hombres en la habitación. Además, en una de esas ampliaciones denunció otra agresión sexual sufrida en septiembre.

En este último caso, la policía detuvo a un hombre por un presunto delito contra la libertad sexual, aunque el abogado de la mujer confirmó que en la actualidad no hay ninguna persona detenida por estos hechos.

En este sentido, la mujer sostiene en la denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, que no quiso dar cuenta de lo sucedido en el mes de septiembre a las autoridades porque le daba vergüenza y por lo que pudieran pensar el resto de compañeros sobre su persona, llegando incluso a decir al agresor que no contase nada a nadie, ya que no quería que su reputación resultase dañada.

De igual forma, en el documento, según siempre la declaración de la soldado, se sostiene que el militar que fue detenido la cogió por uno de los pasillos del cuartel y la empujó hacia su habitación, empezándola a besar. En primera instancia a la mujer no le desagradó, pero en el momento de «concretar relaciones sexuales completas» ella se negó. Sin embargo, el hombre continuó con los tocamientos y le bajó los pantalones, intentando mantener relaciones sexuales con ella, lo que «inició, pero no pudo concluir ya que no se dejaba».

Por las denuncias presentadas, hay varios juzgados con diligencias abiertas. En cuanto a la jurisdicción militar, de este procedimiento va a conocer el Juzgado Togado Militar número 24 con sede en Málaga, pero al estar vacante, instruirá la jueza del de Sevilla.

En lo que respecta a la jurisdicción ordinaria, el Juzgado de Instrucción número 2 de Antequera, que investiga la supuesta agresión en septiembre, ya se ha inhibido en favor del juzgado militar, lo que tendrá que ser ratificado o no por la Fiscalía, según aseguraron fuentes judiciales.

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