De los 10 detenidos, 9 han ingresado en prisión. Algunos eran trabajadores y antiguos empleados que habrían facilitado información a la red.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal dedicado a los robos con fuerza en establecimientos e iglesias de Málaga y provincia, especialmente en Benalmádena y Torremolinos, pero también en Antequera, mediante un mismo modus operandi: rotura de bombines o candados.
Hasta el momento se les atribuyen 57 robos en establecimientos de Torremolinos, Benalmádena, Antequera, Mijas, Torrox y Málaga.Disponían de material especializado para cometer los robos en sus distintas modalidades como inhibidores, mazas, martillo percutor, radial, microcámaras, etc. Todo apuntaba que todos los robos eran autoria de un único grupo criminal.
En el operativo han sido detenidos nueve hombres y una mujer de edades comprendidas entre 19 y 27 años, ocho de nacionalidad española y otros dos de nacionalidad filipina y francesa, como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza en las cosas y tráfico de drogas.
Todos los miembros de la red tomaban muchas precauciones para evitar ser detenidos cambiando de domicilio y de vehículos constantemente. Ya al final de la investigación los agentes localizaron una vivienda donde residían de forma intermitente como ocupas -un chalet en la localidad de Benalmádena- y era allí donde escondían los efectos sustraídos –cajas fuertes, máquinas de tabaco y cajas registradoras– para posteriormente abrirlos con mazas y radiales sin peligro de ser descubiertos.
La red estaba perfectamente estructurada y cada uno de sus miembros tenía una función -organizador, conductor, encargado de dar instrucciones-. Concretamente, este último había creado un grupo en una red social a través del cual contactaba con los demás miembros y los convocaba para cometer los robos. Además, parte de los beneficios obtenidos con los efectos robados los invertían en comprar estupefacientes que luego distribuían.
También se habrían valido de la participación de empleados o antiguos trabajadores para conseguir información de cómo acceder a los establecimientos. De esta forma primero elegían sus objetivos y posteriormente planificaban los robos y esperaban el momento oportuno para su comisión.
La operación Atlanta ha concluido con el arresto de diez personas, de las cuales nueve han ingresado en prisión por orden de Juzgado de Instrucción Número Uno de Torremolinos.
Con esta actuación se han esclarecido más de medio centenar de robos con fuerza y se han practicado cinco registros donde se han recuperado tres vehículos, una caja registradora, una caja fuerte, 14 teléfonos móviles, diversos aparatos electrónicos y 5.000 euros en efectivo y han intervenido dos vehículos y útiles para consumar los robos como, un inhibidor de frecuencia, un kit extractor de bombines, ganzúas, una microcámara, dos pistolas eléctricas, una balanza de precisión, un contador de dinero. Además, en uno de los domicilios registrados los agentes se han incautado de 266,1 gramos de hachís.
La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones así como esclarecer otros hechos.