Han mostrado bastante preocupación por el «incesante interés en Antequera por este tipo de industria, que agota los escasos recursos naturales y los privatizan»

Desde Ecologistas en Acción se han opuesto radicalmente a la construcción de una supuesta embotelladora de agua en la Fuente de la Yedra en Antequera y a la concesión de Utilidad Pública por parte del Ayuntamiento de la ciudad.

Asimismo, la asociación ha querido transmitir su preocupación por las posibles consecuencias que tendrá este proyecto, como son el agotamiento del acuífero de Las Cabras, la desecación de la protegida Fuente la Yedra, la de La Alhajuela y el resto de fuentes de esa masa de agua y por los impactos de la construcción de la fábrica sobre el acuífero y en una zona de alto valor paisajístico protegida.

Según han explicado los ecologistas, la explotación otorgada a la empresa es de 40 litros cada segundo, lo que supondría un total de 3.456.000 litros extraídos al día y  1.261.440.000 de litros anuales de agua, «una cantidad descomunal y vital para este acuífero. Una empresa quiere beneficiarse económicamente sin costes repercutidos a través de la expoliación de los bienes naturales que dan vida al territorio y a sus habitantes».

Los ecologistas han mostrado a través de un comunicado bastante preocupación por el «incesante interés en Antequera por este tipo de industria, las fábricas embotelladores de agua, que agotan los escasos recursos naturales y los privatizan». «Nos encontramos con otro proyecto más de embotelladora de agua en Antequera, y también sobre el mismo acuífero de Las Cabras, Camarolos y San Jorge, al igual que la otra embotelladora defendida por el consistorio, en la Fuente del Enebro cerca de Villanueva del Rosario.

Hasta el 17 de enero está abierto el periodo para presentar alegaciones a esta embotelladora, que aún no tiene concedida la Evaluación Ambiental Unificada (EEA). Desde ecologistas invitan a otras asociaciones y a la sociedad civil a movilizarse contra este supuesto nuevo proyecto especulativo que pretende privatizar «el sector estratégico del futuro, nuestra agua, atentando contra los derechos de toda la ciudadanía».