El delegado de Desarrollo Educativo mantiene su postura y acusa al Ayuntamiento de politizar la situación
Los padres y madres del alumnado de primero de ESO del IES Camilo José Cela han decidido iniciar movilizaciones en señal de protesta por la no concesión de una tercera línea educativa. Las explicaciones dadas por el delegado de Educación, Miguel Briones, en la reunión mantenida el miércoles en Málaga no han convencido a ninguna de las partes afectadas. Desde entonces, han realizado multitud de consultas a personas muy vinculadas con el mundo de la enseñanza, entre ellas, trabajadores recientes de la delegación de Educación, directores y jefes de estudios de diversos IES, inspectores de Educación y juristas especializados en asuntos de Educación.
Todos ellos coinciden en que no hay legislación que ampare, para este caso, que se supere la ratio de 30 alumnos por clase. Por ello, los padres y madres han acordado poner en marcha las movilizaciones. Así, desde este lunes se ha iniciado un paro académico en primero de ESO con la no asistencia del alumnado al centro.
El Ayuntamiento, la AMPA, los docentes del centro y los padres y madres aseguran que la argumentación planteada por Miguel Briones y la responsable del Servicio de Planificación y Escolarización, Eva Sánchez, no encuentra respaldo en ninguna normativa.
Insisten en que el Real Decreto 21/2020, de 17 de febrero, por el que se regulan los criterios y el procedimiento de admisión del alumnado en los centros docentes públicos y privados concertados para cursar las enseñanzas de Educación Secundaria Obligatoria, es bien claro. Dicho decreto sólo recoge dos casuísticas en las que se pueda autorizar un incremento de hasta un diez por ciento del número máximo de alumnos y alumnas por unidad escolar: para atender necesidades inmediatas de escolarización del alumnado de incorporación tardía o por necesidades que vengan motivadas por el traslado de la unidad familiar en el periodo de escolarización extraordinaria.
De acuerdo con el centro, las matrículas de los siete alumnos repetidores, que estaban cursadas y notificadas en el mes de julio, ni son incorporaciones tardías ni un traslado de la unidad familiar, como pretendían justificar desde Educación. Por lo tanto, no procedería superar la ratio de 30 alumnos por clase. «Desde la delegación nos aseguraron que la decisión de mantener dos líneas y no tres con 65 alumnos en 1º de ESO estaba absolutamente ajustada a normativa. Y nada más lejos de la realidad porque a esta hora nadie ha sido aún capaz de mostrarnos o facilitarnos dicha normativa«, explican los representantes de los padres y madres presentes en la reunión del miércoles, quienes aseguran que las movilizaciones continuarán hasta que Educación solucione esta situación y garantice las condiciones que faciliten una enseñanza de calidad para el alumnado.
El alcalde de Campillos, Daniel Gómez, se ha expresado en la misma línea: «Hemos realizado multitud de consultas y todas coinciden: no hay legislación ni normativa alguna que sustente lo que dicen desde Educación para no solucionar el problema y cumplir con la ratio que marca la ley, así que no nos queda más remedio que respaldar todas las medidas que planteen las familias de los niños y niñas afectadas por una decisión que ni entendemos ni compartimos y agotaremos todas las vías a nuestro alcance para que se atiendan sus justas reivindicaciones. La normativa es clara, la ratio no debe superar los 30 alumnos por clase y ahora mismo hay 33 y 32 en primero de ESO, entre los que se encuentran cinco alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) y uno de ellos, además, con necesidades educativas especiales (NEE). La educación de calidad en unas condiciones adecuadas es un derecho irrenunciable y desde Campillos exigimos que se cumpla la legislación vigente y que no se recorte en derechos públicos tan esenciales como la enseñanza bajo argumentos que no están sujetos a normativa».
Por su parte, el delegado, Miguel Briones, mantiene su postura y acusa al Ayuntamiento de politizar la situación. «Desde el Ayuntamiento se mantiene una posición que creo puede tener tintes políticos por encima de los estrictamente técnicos, por lo que entramos en terreno pantanoso. En la reunión nos levantamos con la idea de que todo está ajustado a la ley, con un grupo con 33 alumnos y otro con 32, por lo que todavía hay una vacante libre, así que la posibilidad de crear una unidad más no está servida. Ellos argumentan que el año pasado tenían tres grupos de la ESO y este año dos. Eso ocurre aquí y en muchos centros de Andalucía. Nosotros no eliminamos unidades, los centros son organismos vivos donde hay años en los que la promoción es mayor y años donde es menor. El número de alumnos de los que se nutre el instituto no ha representado una sobrecarga, de manera que no se ha autorizado esa tercera unidad. La administración no marca las unidades, las marca la realidad», concluye.