El cierre a la primera vuelta de campeonato coincidía con el último partido del año en “El Maulí”, teniendo el mismo un carácter de vital para unos y para otros. Antequera y Villacarrillo se jugaban crédito y confianza antes de empezar la reanudación competitiva y a fe que el partido no defraudó, especialmente para el espectador que pudo ver lo que hacía años no se veía en el mismo escenario, o sea, ocho goles. Muy pronto Toni sembraba el miedo en la parroquia local cuando aprovechó un balón dividido para escorarse y batir a Lara que se quedó a media salida (M.8). Este gol no mermó la ilusión en los de Juan Carlos Cuevas que en cuestión de nueve minutos daban la vuelta al marcador. Juan López a la salida de un corner (M.12), Fran de tiro raso (M.15) e Ismael cabeceando en carrera un medido centro de Ángel (M.21), ponían en clara franquía un partido que estaba dado a sufrir tras el susto inicial.
De todos modos de nuevo el miedo se apoderó de los aficionados cuando nada más reanudarse el choque un más que dudoso penalti de Óscar facilitaba a Julio poner el 3-2 en el marcador.
Fue a partir de este instante cuando el efecto Henares apareció sobre el césped del “Maulí”, para acallar de golpe y porrazo cualquier atisbo de duda siendo el ariete el que firmó desde ese momento y hasta el final del choque su primer “hat trick” con la camisola blanquiverde anotando (M.59, 65 y 70), los tres goles que conducían a los suyos hasta la media docena de goles para sumar tres puntos literalmente de oro.

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