Un intachable e inmaculado trayecto durante toda la primera vuelta de competición que le habían hecho sumar 25 de 26 puntos posibles habían hecho del BM. Los Dólmenes ese equipo firme y contundente que estaba dejando ante todos los rivales ese sello propio de identidad al que pocos, prácticamente, estaban pudiendo ni toser.
El conjunto extremeño del Villafranca suponía la última piedra en el camino del año para los antequeranos y su objetivo de un recrod al alcance de pocos, eso sí, un rival muy venido arriba en las últimas semanas habiendo logrado sumar puntos de mucho valor ante rivales supuestamente de mayor entidad. Con todo, el objetivo en los de Lorenzo Ruiz era claro y para eso tenía que apuntillar el cierre del año con un triunfo con el que seguir potenciando su paso por la categoría.
Pocas dudas desde el principio mostró el duelo con un desequilibrio latente en le juego y en el marcador. Un 0-4, de parcial ponía claramente en franquía el duelo para los antequeranos con un Nacho Soto que estuvo de en la faceta ofensi8va logrando hasta una decena de goles.
Al descanso un 7-16, era claramente indicador de lo que el duelo manifestaba sobre la cancha, un equipo el antequerano muy superior en todos los aspectos y un rival que a pesar de su inferioridad nuca bajó la guardia y dejó muestras que en su cancha jamás se rinde. Como muestras señalar que a falta de diez minutos para la conclusión llegaron incluso a reducir hasta cuatro tantos (21-25), en todo caso el marcador no revestía peligrosidad para los de Lorenzo Ruiz que terminaron cerrando el duelo (22-31).

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