Antequera amaneció el Jueves Santo con el temor de que el pronóstico de lluvia volviese a condicionar por quinto día consecutivo el normal desarrollo de la Semana Santa en la ciudad, pues el cielo encapotado desde primera hora de la mañana parecía augurar el mismo destino y final que habían padecido el resto de hermandades días anteriores: no procesionar.

Sin embargo, esta vez el agua por fin dio algo de tregua por la tarde, lo que permitió a la Cofradía del Consuelo y la Cofradía de los Dolores poder celebrar sus tan esperadas estaciones de penitencia por las calles, donde compartieron su pasión con los cientos y miles de fieles que abarrotaron el entorno de la iglesia de San Pedro y Belén y en honor a todas las cofradías que no han podido salir esta Semana Santa.

De esta forma, Antequera se tiñó de ‘Misericordia’ y ‘Consuelo’ durante el cortejo procesional del Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Consuelo, quienes protagonizaron a media tarde una emotiva salida desde la iglesia de San Pedro. Sin embargo, no quisieron correr más riesgos de los necesarios, por lo que decidieron acortar el recorrido y pasar únicamente por calle Lucena, Cantareros, Lucena y de nuevo a su templo sin realizar la vega por Cruz Blanca.

En esta ocasión, la Agrupación Musical Bentomiz de Arenas acompañó al Cristo de la Misericordia y la Asociación Cultural y Musical Maestro Alfredo Martos de Linares a la Virgen del Consuelo.

Asimismo, los pasos pudieron lucir sus estrenos al aire libre. Este año se ha restaurado el estandarte fundacional de Nuestra Señora del Consuelo, de principios del siglo XVIII. Además, se han tallado 12 ménsulas de los varales de palio y ocho cartelas con las letanías de la Virgen en plata. En cuanto al cuerpo procesional, la cofradía ha completado la renovación de las túnicas de hermanacos, penitentes y monaguillos.

Por su parte, el Cristo Atado a la Columna, Jesús del Consuelo y Nuestra Señora de los Dolores Coronada fueron arropados por los cofrades desde primera hora en la iglesia de Belén, que estalló de alegría cuando la hermana mayor confirmó que realizarían el cortejo procesional previsto completo.

Sin embargo, debido a la amenaza de lluvia, finalmente recortaron por Licena y aligeraron el paso de regreso a la sede.

Durante el itinerario, estrenaron el sudario del Cristo Atado a la Columna, las cornucopias y el nuevo cuerpo de luz infantil. A diferencia del año pasado, la Asociación Musical-Cultural Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Encarnación de El Burgo y la Asociación Musical Las Flores de Málaga fueron las seleccionadas como acompañamiento musical para los tronos.

Uno de los momentos más esperados del Jueves Santo fue el aclamado encuentro entre la Virgen de los Dolores y la Virgen del Consuelo, una tradición que dejó de ser compatible con los itinerarios de ambas cofradías y que por fin volvió producirse después de dos años.

“Cuando hay pronóstico de lluvia, vivimos la semana con muchos nervios e incertidumbre, porque las previsiones suelen cumplirse. Pero no es hasta el mismo día y en el mismo momento que puedes tomar una decisión. Es mucha responsabilidad la que tenemos sobre nuestros hombros, por el patrimonio y también por las personas. El factor humano influye mucho en las procesiones y eso también hay que valorarlo y tenerlo en cuenta”, manifestó la hermana mayor, Almudena Caballero, quien celebró poder haber salido de procesión.