«La salud de las personas puede tener un precio, pero por encima de ello, la salud tiene un valor. La salud no es un simple dato presupuestario». Así de tajante se muestra este año el manifiesto del Día Internacional contra el Cáncer de Mama elaborado por FECMA, la federación española de que aglutina las entidades que aglutina mujeres y familiares afectados por esta enfermedad, de la que forma parte la Asociación Antequerana de Mujeres Mastectomizadas.


Su presidenta, Remedios Valencia ha sido la encargada de leer en el patio del Ayuntamiento de Antequera, junto al alcalde Manolo Barón, el documento en el que ha reclamado contar con un sistema de «atención integral, personalizada, multidisciplinar y de calidad, de acceso universal y gratuito».
Según la FECMA, una de las claves para lograr este objetivo es promover la igualdad y eliminar cualquier discriminación territorial, que contribuya al acceso a los mejores diagnósticos, terapias más innovadoras y fármacos más eficaces. «Estamos convencidas de que la solidaridad, la resolución de las desigualdades sanitarias y el trabajo en favor de la equidad deberían representar una línea estratégica del conjunto de las administraciones», ha manifestado Valencia.

Otras de las peticiones de las asociaciones es que se preste «especial atención» a la personas con metástasis y que se tenga en cuenta sus necesidades clínicas; que sean «más sensibles a las realidades específicas de las mujeres» para contribuir a su bienestar y calidad de vida. En este sentido han reiterado su reivindicación de atención especial a mujeres donde se manifiesta la relación entre fertilidad, maternidad y cáncer de mama y de una evaluación de los riesgos de presentar síndrome hereditario de esta enfermedad

«Nuestra sanidad pública conserva entre usuarios y pacientes, prestigio y confianza. Si esos valores se deterioran, asistiremos a la crisis de un derecho básico, como es el derecho a la salud«, han subrayado en el manifiesto.

Para mantenerlo, FECMA ha expresado en el documento su voluntad de colaborar para alcanzar un
«verdadero» pacto de Estado en defensa de la sanidad pública, en el que participen administraciones sanitarias, partido políticos con representación parlamentaria y otros actores implicados, incluido el movimiento asociativo.