El largometraje Feudo cuenta el día a día de los habitantes de esta pedanía de Antequera, último reducto feudal de Europa

Villanueva de Cauche tiene el extraño título de haber sido el último feudo de Europa, porque hasta no hace mucho tiempo los habitantes de esta pedanía de Antequera pagaban sus casas con gallinas a las marquesas propietarias del cortijo y del pueblo.

Sobre esta premisa se construye el largometraje ‘Feudo’, que ayer domingo se alzó con el premio a mejor largometraje en el Festival de Cine Descentralizado Lazos, que se ha celebrado estos días en Castromonte, Valladolid.

Este festival trata de reflexionar sobre la España ‘vaciada’ frente a la España ‘amontonada’, para tratar de poner en valor la vida en el ámbito rural y su reflejo en la cinematografía.

Un festival en el que participan películas de todo el país con la única premisa de haber sido rodadas en localidades de menos de 500.000 habitantes.

Durante toda la semana, además de cine, también se han desarrollado otras actividades paralelas como ‘Ofizios’, en las que personas con oficios en extinción como bolilleras o talladoras de alabastro han compartido experiencias con tatuadoras o influencers.

Sobre Feudo

Feudo, que se estrenó en el pasado Festival de Cine de Málaga, ha sido la cinta ganadora. Una producción de Hurí Televisión que ha corrido a cargo del director Javi Barón, guionista de Las Tres Puertas y Un País Para Escucharlo.

La película narra la historia de dos niños, Óscar y Fran, que viven en Villanueva de Cauche y tienen sueños muy distintos: uno quiere ser cabrero y el otro quiere ser futbolista del Málaga CF. Una versión moderna de la fábula de ‘ratón de campo y ratón de ciudad’, que indaga sobre los motivos del éxodo rural, que empiezan a manifestarse ya desde la infancia.